El partido en el Sheriff Stadion y el himno de la Champions recogían el aura de final que rodeaba este encuentro. El líder del grupo, tras la victoria horas antes de Inter, debía vencer este partido para no jugárselo todo en el último partido con el último mencionado.
El comienzo del partido denotaba la valentía del colegiado para el encuentro, mostrándole una amarilla a Mendy, demostrando que no ¨pasaría ni una¨. El primer ataque vendría en los pies del conjunto blanco, una ocasión que marcaría Benzema en la portería, pero sería anulada por fuera de juego.
Las ocasiones para los de Ancelotti eran continuas, pero la defensa del Sheriff y, sobre todo, el trabajo de Athanasiadis, como cancerbero, protegieron su portería.
A pesar de ello, ese autobús impuesto por el equipo moldavo cedió en el minuto 29, tras una falta en la frontal del área del Sheriff, que Alaba transformó en un potente disparo que tocó la bota de un defensa y entraría en la portería, poniendo el 0-1 en el marcador.
Superioridad
El gol blanco supuso un aumento en la moral de los de Ancelotti. Ese impulso que se encontraba en los merengues, tanto del campo como de los pocos en la afición.
Un disparo de Thill que sorprendería a Courtois sería la última ocasión del Sheriff en la primera parte, pero finalizaría sin peligro, marchándose por encima del larguero.
No obstante, una ocasión de Carvajal demostraría que el Madrid mantenía el hambre de gol. Un centro de Mendy que el español remataría al palo derecho se iría fuera, pero presagiaría el clima de victoria que se acercaba para el Madrid.
Una falta en la frontal del área moldava iniciaría una cadena de golpes a su portería, que finalizaría con un tremendo disparo de Toni Kroos con el interior, en el minuto 45+1, que chocaría con el larguero y botaría dentro de la portería para después salirse, generando la duda, pero aumentando el marcador y poniendo al Real Madrid con dos goles a favor.
Hambre de gol
El segundo tiempo comenzaba y las charlas en vestuario debían aplicarse. El Madrid salió con las mismas ganas que si se encontrase 0 a 0 en la final del campeonato, atacando con agresividad y filtrando balones como si se encontraran jugando en el parque.
La belleza de ese juego no tendría una mala finalización, pues, en el minuto 55, el resultado del trabajo en equipo se vería con un golazo desde la bota derecha de Benzema.
El francés, recibiendo en la corona del área, tras un pase filtrado bastante complicado, pudo encañonar el esférico con mucha clase y consiguió perforar la portería de Athanasiadis.
Victoria
Ocasiones como la de Dulanto demostraban que el partido no había terminado, pero el sentimiento de victoria ya se respiraba en el Sheriff Stadion.
A pesar de ello, el esfuerzo de Courtois y de la defensa cada vez eran mayores, pues el Sheriff iba en subida, mientras los blancos reducían su intensidad gradualmente.
Finalmente, y sin problemas, a pesar de unas lesiones desafortunadas, como las de Alaba y Traoré, el partido acabó con un buen sabor de boca para los merengues, que se clasificaban matemáticamente para octavos, siendo el primer equipo español en hacerlo, por el momento.