El Eibar ha logrado la clasificación para la segunda ronda de la Copa del Rey. Lo logró al imponerse por 1-2 al Gernika en el césped sintético de Urbieta, con goles de Quique González desde el punto de penalti y del argentino Blanco Leschuk. Dos goles que hicieron inútil y anecdótico el tanto de Arana para los vizcaínos.
De salida, el equipo local, aprovechando su adaptación a la superficie de hierba artificial, ha dominado y ha creado alguna ocasión ante la portería de Cantero, aunque sin exigir demasiado al arquero armero. De esta forma, el Eibar, asumiendo un papel un poco más reactivo, buscaba sus opciones al contraataque y ha encontrado el gol en una acción individual de Roberto Olabe -que debutaba como titular- y que ha terminado en penalti señalado por el colegiado navarro Prieto Iglesias. La pena máxima ha sido transformada en gol por Quique en el minuto 36.
El Eibar supo administrar su renta
Con ese gol se llegó al descanso, ya que los locales acusaron ese mazazo y el Eibar tampoco logró imponerse como dominador. Ya en la segunda parte, el Eibar ha incrementado la renta en el minuto 62 que, recién entrado en el terreno de juego, ha desviado a gol un centro de Quique -el mejor armero en el partido- desde la derecha en prácticamente el primer balón que tocaba el ariete argentino.
Ese gol no provocó que el Gernika se rindiese. De hecho el conjunto de la villa foral peleó y Arana metió a los suyos en el partido al reducir distancias en el minuto 70. Con 20 minutos por delante el Gernika lo intentó e incluso llegó a obligar a Cantero a intervenir, pero el Eibar supo administrar esa renta para lograr el pase a la segunda ronda de Copa y estar el viernes a las 12:00 horas en el bombo.