No ha sido una semana cualquiera para Llanera y Palencia Cristo Atlético. Ambos conjuntos han tenido siete días atípicos por esto de jugar entre semana Copa del Rey y hacerlo ambos frente a un equipo de categoría superior (Primera RFEF concretamente) al que, además, eliminaron, ganándose un sitio en la segunda ronda copera. Ahora, tras disfrutar de esa experiencia que ambos se ganaron con su gran pasada temporada, toca volver a la liga y enfrentarse entre ambos en un encuentro que será muy importante. Tres puntos en juego que ambos quieren y que en el caso de los asturianos necesitan casi como el respirar o el comer para no hundirse en la tabla.
Duelo de alto voltaje en el, siempre peculiar por sus estrechas dimensiones, Pepe Quimarán que será dirigido por el colegiado cántabro Francisco Crespo Puente. A pesar de ser un debutante en la categoría tras ascender en verano, el santanderino ya tiene 30 años y dirigirá su sexto partidos en esta división. Será la primera vez que se cruce en los caminos de ambos conjuntos, a los que nunca ha dirigido. En los cinco partidos anteriores de esta campaña se dieron un empate y cuatro victorias visitantes.
Alargar la resaca positiva de la Copa
Con sus victorias en Copa frente a Logroñés y Real Unión, Llanera y Palencia llegan al partido con un subidón. Ambos se enfrentarán ahora a dos equipos de Primera en la Copa, pero toca centrarse en la liga este fin de semana donde ambos atraviesan situaciones completamente distintas. Mientras que los morados marchan en una cómoda situación clasificatoria más cerca del play-off que del descenso, los llanerenses están empezando a verse muy hundidos en la tabla. Necesitan de ganar un partido que, de lograrlo, además sería el primero en su casa.
Y es que el Pepe Quimarán no se les está dando nada bien y lo que debería ser un fortín está siendo una pesadilla para ellos. Las buenas noticias es que en el plano médico toda la plantilla, salvo el lesionado de larga duración Pantiga, y Sekou Tall estarán a disposición para medirse a un Palencia que también llegará con las baja de Dani Hernández. Rubén Gala hará cambios en el once por el cansancio y la exigencia que supuso ganarle al Real Unión estando casi una hora con un jugador menos. Pero esperan en el cuadro morado que el chute de moral obtenido de la victoria compense la falta de fuerzas, si las hubiese, en las piernas.