Confirmar la mejoría del Wanda Metropolitano ante un rival mermado, sin su mayor exponente y con el orgullo dañado tras perder en casa ante el Valencia. Así se presenta el duelo entre Mallorca y Celta de Vigo. Dos equipos que están viviendo caminos parejos en esta Liga y que buscan dar un golpe de autoridad.
Los bermellones quieren volver a ganar frente a los suyos. La victoria ante el Atlético de Madrid ha hecho subir la autoestima de un grupo en caída. Los tres puntos de Madrid y la manera en la que se consiguen han cambiado un panorama que se veía negro y ahora se ve con optimismo. La vuelta de Take y el nivel de Kang In vislumbran un futuro cercano con más luces que sombras. En contraposición, vuelven a aparecer las bajas. Luis García se ha acostumbrado a manejar una plantilla con más lesiones que altas y esta vez, se abre la posibilidad de la ausencia de Baba. El pivote africano salió con molestias del Metropolitano y llega con dudas al choque del viernes. Tampoco podrá contar con Hoppe, Greif, Amath, Lago Junior y Antonio Raillo.
Por su parte, el Celta del Chacho Coudet aterriza en Son Moix tras la dura derrota en casa ante el Valencia. Los celestes llevaban 4 partidos sin perder y en una dinámica ascendente que se ha visto frenada con esta derrota. Sin embargo, la imagen fue buena, pero fue más cara de lo normal. El partido se cargó a Iago Aspas nada más marcar y a partir de ahí el escenario cambió radicalmente. Hay un Celta con y sin Iago. Tienen una dependencia total con el de Moaña y se vio la jornada pasada. Para el partido de Son Moix, el argentino no podrá contar con su capitán, pero tiene una plantilla lo suficientemente amplia y con calidad para suplir su ausencia. Nolito, Santo Mina y Brais Méndez intentarán poner en complicaciones a los isleños.
Se prevé un buen encuentro para inaugurar la jornada de La Liga. Una victoria local les catapultaría hacia la zona templada de la clasificación y les dará mucha tranquilidad para la segunda vuelta, mientras dejaría al Celta tocado por perder en casa de un rival directo.