Victoria contundente del Huesca frente a un Mirandés que pese al resultado tuvo sus opciones durante gran parte del partido. El conjunto aragonés se adelantó a la hora de partido y a partir de ahí se sucedieron el resto de goles. La afición local que fue a El Alcoraz disfrutó de un festín de goles por parte de su equipo y se ilusiona con una posible remontada hacia los puestos de playoffs. Están a ocho puntos y queda mucha tela por cortar.
Durante los primeros cuarenta y cinco minutos, los oscenses trataron de llevar el peligro por las bandas, pero los jabatos hicieron muestra de un despliegue físico tremendo y obligaban a Andrés Fernández a estar muy atento. Los dos conjuntos llegaron con facilidad al área rival, pero o fallaban en el último pase o les fallaba la puntería a la hora de definir. Ahora bien, si hacemos un balance de las ocasiones por parte de ambos equipos durante la primera mitad, el Mirandés dispuso de más oportunidades.
Con 0-0 se llegó al descanso y tras el paso por vestuarios comenzó la segunda mitad como terminó la primera: con los dos equipos muy incisivos buscando la portería rival, pero fallando en la toma de decisiones. No fue hasta el minuto 61 cuando se rompió el hielo en el partido. Escriche adelantaba al cuadro oscense tras una asistencia espectacular de Marc Mateu. Nueve minutos más tarde, los locales pondrían más tierra de por medio. Gerard Valentín ponía el 2-0 en el marcador aprovechando un fallo de los rojillos. Los errores se suelen pagar caros y más ante jugadores tan listos como Gerard.
Con 2-0 en el marcador, el Mirandés siguió buscando área rival, pero con más corazón que cabeza. Así en el minuto 77 Seoane pondría la sentencia definitiva marcando el tercer gol de la tarde. Otra vez, asistencia de Marc Mateu. MVP del partido. Ya con un Mirandés vencido, llegaría el cuarto y último gol de penalti por inmediación de Darío Poveda.