La victoria ante el Cádiz supone un bálsamo de esperanza y confianza en el Mallorca. Las malas sensaciones en Liga se han disipado con un buen partido ante un rival directo al que le mete cinco puntos más el goal average particular ganado. Este triunfo cuenta con tres nombres propios que habitan las áreas: Vedat Muriqi, Sergio Rico y Antonio Raíllo.
No es casualidad que una de las mejores actuaciones grupales desde el partido contra el Sevilla, llegue con tres referencias importantes en las áreas. La del kosovar ha llegado con actitud, fuerza, carácter y potencia física. El nuevo «7» del Mallorca impone a los centrales, los fija y lo más importante, gana más del 80% de los duelos. Llegó con la vitola de ser suplente durante dos años, pero su carta de presentación ha disipado todas las críticas que sobrevolaban su figura. Posiblemente es un jugador que te condiciona una manera de jugar, pero que explota a la perfección para generar superioridades en cada batalla. Su primer gol fue de penalti, pero fue la recompensa a su trabajo durante todo el encuentro. Al final, su figura fue trascendente tanto en el juego directo como en el asociativo y terminó decidiendo el partido con un tanto que le debe dar alas.
Obviando el trabajo del centro del campo con Galarreta y Salva Sevilla, la nueva figura que aparece y es clave en la mejora del equipo es la de Antonio Raíllo. Sin poder jugar desde agosto, el cordobés volvió y también disipó cualquier tipo de dudas. Con seis meses de inactividad competitiva, jugó como si llevase toda la temporada. La plantilla andaba huérfana de un líder sobre el campo y la defensa de su «káiser». Su vuelta hizo que se jugase con más confianza, con la línea más arriba y se recuperó una salida de balón limpia que se había perdido. El capitán bermellón volvió a ser el estandarte de los isleños. Dotó tranquilidad al centro del campo y fuerza al núcleo de la defensa que forma con Valjent. Se le presupone el mejor fichaje de invierno.
Finalmente, otra figura en área propia, la de Sergio Rico. El meta sevillano demostró el por qué de su currículum. Con las dudas que también nacían de su inactividad y de algunas temporadas, el ex portero de del PSG fue clave en la consecución de los tres puntos. Estuvo magistral en dos acciones consecutivas con 1-1 que evitaron el gol cadista. Además de su mejor acción, encontró la seguridad que había perdido la portería mallorquinista. Fuerte por arriba, rápido en las salidas y sin dar segundas opciones a las pocas llegadas de los amarillos.
Todo lo que había penalizado al Mallorca durante la temporada parece cubierto por estos tres jugadores que dominan sus posiciones. El salto de calidad y competitividad es evidente, ahora falta confirmarlo en un mes que llega con oportunidades en casa para conseguir gran parte de la permanencia.