La épica hizo acto de presencia en Son Moix. Takefusa Kubo se viste de héroe para darle los tres puntos de oro al Mallorca. Un tanto en el 90′ del japonés lleva la locura a un Son Moix que minutos antes había visto como el Athletic empataba un partido que tenía perdido. Sin embargo, la insistencia de un equipo que vuelve a creer en sus virtudes ha decantado la balanza hacia el lado bermellón.
El Athletic ha empezado bien el encuentro, pero poco a poco se ha ido diluyendo. A medida que han ido pasando los minutos, el Mallorca ha avanzado líneas para acercarse al área bilbaína y, por ende, aproximarse al gol. Éste ha llegado desde los once metros. Salva Sevilla, con la calma que le caracteriza ha materializado el 1-0 provocado por Pablo Maffeo. Una entrada a destiempo de un desacertado Unai Núñez ha sido el detonante de un partido brusco y sin dominador claro hasta el momento. Con ventaja en el marcador, los bermellones han sido aún más eficientes en zonas peligrosas. Con protagonistas diferentes, el resultado ha sido el mismo. Vedat Muriqi, bajando neveras y Ángel ejecutando a la perfección con una tijera para superar a Unai Simón y poner tierra de por medio.
La tranquilidad del marcador ha dejado correr la imaginación de los más creativos de los de rojo. Salva Sevilla y Galarreta con el timón del centro del campo han acercado el 3-0, pero la zaga vasca ha estado acertada para desviar los centros laterales buscando la cabeza del kosovar que viste el «7».
Reacción bilbaína
La segunda parte ha sufrido un cambio de guión inesperado. Con el Mallorca acercándose por las bandas, los leones han encontrado resquicios para arañar el 2-1. El tanto ha llegado con una combinación por la banda izquierda que Raúl García ha definido a la perfección. Tras el primer bocado, ha llegado el segundo. En la ejecución de un córner por parte de Muniain y con el error de Sergio Rico en la salida, Berenguer ha aprovechado la falta de contundencia bermellona para igualar el encuentro.
Desenlace con color bermellón
La igualada ha abierto un nuevo escenario con diferentes frentes. Los de Marcelino han intentado aprovechar la dinámica del empate, pero se han ido apagando sus ideas, en detrimento del empuje isleño que ha terminado encontrando recompensa en los pies de Kubo y con la ayuda de Unai Simón. Un tanto que ha llevado la locura a las gradas de Son Moix que celebra por segunda vez dos victorias consecutivas y empieza a mirar con tranquilidad el descenso. Por su parte, el Athletic se queda en tierra de nadie, lejos de poder mirar por la zona Champions.