El Bayern Münich quiere alejarse de cualquier signo de debilidad justo cuando la UEFA Champions League regresa. Cambiar de chip parecer ser lo que necesita el campeón alemán, que vuelve a Austria por la ida de los octavos de final. Allí le espera un Salzburgo emocionado por estrenarse en esta instancia y que por ello expresará al grande sus mejores atributos. Aunque muchas veces esto se resuelve por recorrido previo y no por ánimos.
Novicios con mucha ilusión; veteranos con ganas de reacción
El 2022 no está siendo de momento el que esperaba el Bayern. Lo que parecía ser un conjunto que rozaba la perfección cada partido antes de fiestas, ahora presenta grandes resquicios. La reciente derrota ante el Bochum (4-2) puso en evidencia que el equipo de Nagelsmann tiene un serio problema en su retaguardia: lleva encajando 9 goles en cinco encuentros. Algo que trastoca mucho con su travesía en la Copa de Europa, donde apenas encajó 3 tantos. Recuperar esa solidez defensiva es algo que apura a los teutones, más teniendo en cuenta lo atrevido que es su siguiente rival. Un Salzburgo que cuenta con el armamento y la inspiración para inquietarlos. «Han hecho declaraciones de guerra. Hablaría muy mal de su ADN si rehuyeran», dijo Nagelsmann en la previa al choque.
Sabe de primera mano el joven entrenador la ambición existente dentro de la factoría ‘RB’, ya que llevó al Leipzig a semifinales en la 19-20. Cosas del fútbol, él y el Bayern son los grandes obstáculos del campeón austriaco, que se volvió la primera escuadra de su país en colocarse entre los dieciséis mejores de Europa. Luego de ocho años gobernando con puño de hierro la Bundesliga de Austria, los de Jaissle lograron dar ese paso adelante que buscaban. No pudo ser con Haaland ni Daka, pero sí de la mano de perlas como Adeyemi, Okafor y Aaronson, que no parecen tener techo. Ahora les toca una gran primera prueba de fuego que superar, pero se sienten listos. «Queremos ser valientes e imponer nuestro estilo. No será fácil, pero el equipo ya ha hecho historia», confesó Jaissle.
Bávaros incompletos
La final de la Copa UEFA 1993-94 (perdida 2-0 en el global contra el Inter) parecía ser una gesta imposible de superar para los ‘toros’ antes de esta campaña. Aun así, ellos quieren todavía aspirar a más. Aunque para su mal pesar, no contarán con toda el escuadrón listo. Bernardo, Junuzovic, Köita, Sesko son bajas seguras; por su parte, Onguéné está en veremos. Complicado, en definitiva, pero seguro no tan capitales como las que vienen afectando el rendimiento del Bayern. A las ya conocidas ausencias de Stanisic, Davies, Goretzka y Musiala, se le suma la de Neuer. El capitán del monarca teutón decidió operarse la rodilla y podría no volver en más de un mes. Vital la no presencia del portero, que fue clave para que el Salzburgo no diera la campanada la temporada pasada.
Ambos clubes bávaros protagonizaron dos duelos electrizantes en la liguilla de la Liga de Campeones 20-21. Bien pudo caer el entonces recién coronado campeón, pero acabó resolviendo por contundencia tanto en Salzburgo (2-6) como en Münich (3-1). No obstante, presentarse sin algunos de sus pilares en la ‘tierra de Mozart’ resulta un impulso para el Salzburgo. Por más amateurs que sea el equipo de la Red Bull en esta instancia, se muestran decididos a cobrarse su revancha, a la par que romperían la buena racha de su rival en la competición: 21 partidos invicto como visitante. De esa magnitud es el peso del Bayern en la máxima competición de clubes. Quizás no transmita buenas sensaciones, mas eso no importa: conocen el guion a la perfección. Cuestión de experiencia.
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