Si tuviera que elegir el Bayern Münich un escenario para volver a despegar, a lo mejor escogería la UEFA Champions League como el ideal. Sobre todo ahora que debe confrontar una vez más al Salzburgo por la vuelta de los octavos de final. Los teutones no subestiman en absoluto al campeón austriaco, que contará con la valentía y energías recargadas como para sentirse ganador. La batalla por un boleto a cuartos que se juegan pinta a ser épica.
Sin tiempo para experimentar
Para estas alturas de la temporada, parece casi irreal que el Bayern no esté andando a ritmo de crucero. Su último traspié ante el Bayer Leverkusen (1-1) fue otra muestra de como se las pasan ahora los muniqueses. Lejos de ser un problema de ausencias o una mala racha, a Nagelsmann se le ha dificultado compaginar su particular idea de juego con el estilo asentado en su equipo. Entre que el joven técnico resuelve el enigma, las constantes probaturas e intervenciones del alemán continúan a la orden del día para mantener la punta de la Bundesliga. Aunque es en la máxima competición continental donde el monarca alemán deberá imponer su plan. «Tenemos grandes expectativas. Estoy seguro que los jugadores saben la importancia de este partido», indicó Nagelsmann.
Entendiendo como cataloga esta cita el ex del Hoffenheim en la previa, su clara advertencia para nada sorprende. Bastante comprensible después de que el Salzburgo estuviera a nada de hacer que el Bayern muerda el polvo con merecimiento. Los de Jaissle exhibieron las grandes debilidades de su rival en transición defensiva y ataduras a punta de velocidad, talento y decisión. De no ser por que se les acabó la gasolina, a lo mejor otro hubiera sido el desenlace. Como fuese, lo cierto es que tras tres partidos desgastantes ante Wolfsberger (2-0), LASK (0-0) y Altach (4-0), tocará fundir motores de cara al que puede ser el encuentro más importante en su historia. «Esta claro quién es el favorito. Aún así, vamos con confianza. Queremos una recompensa por la gran temporada», aseguró Jaissle.
Una gesta en Alemania antes de la ‘factoría RB’
La ambición sale a la luz notoriamente en este conjunto de la Red Bull. Justificación suficiente para explicar como ha llegado ha colarse en la élite europea. Sin embargo, romper el buen hacer de su homólogo bávaro como local en la Liga de Campeones (solo ha perdido 1 de sus últimos 12 partidos) requerirá mantener un ritmo agotador. Como para seguir exprimiendo a un Salzburgo que va con lo justo. Junuzovic, Köita, Diakité, Sesko y Okafor -lesionado en la ida- son ausencias que influirán en el devenir de esta impactante historia. Sin duda quién lo hará será el recuperado Neuer esperanza para un Bayern extrañaba a su capitán. Sin embargo, para un conjunto que ya ha hecho historia, pensar en dejar su sello por tercera vez en Alemania no suena descabellado.
Aunque el Salzburgo, que quiere cortar una serie de derrotas en tres eliminatorias UEFA, se inspira mayormente en aquellos cuartos de final ante el Eintracht Frankfurt en la Copa de la UEFA 1993-94. Cuando aún se llamaba Austria Salzburgo, una victoria en penales (4-5) ante las ‘águilas’ -tras un 1-1 en el global- significó la única serie ganada a una escuadra germana. 28 años después, se presenta la misma chance ni más ni menos que en el torneo de las estrellas y ante uno de los pesos pesados del torneo. Un Bayern que se encuentra ante el perfecto reto para recuperar sensaciones y, de paso, seguir soñando con llegar a París. Si tuviera que elegir un momento justo para engrasar la maquinaria, a lo mejor sería en la Copa de Europa.
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