Si en la ida las emociones volaron por los aires, Ajax y Benfica invitan a repetir plato en la vuelta de los octavos de final de la UEFA Champions League. Otro duelo destellante es lo que todo el planeta fútbol aguarda después del colosal empate (2-2) que protagonizaron. Sin preámbulos ni cortesías y sí con intensidad y respeto, el largo historial entre dos pesos pesados del viejo continente abrirá un nuevo capítulo. Glorioso como debe ser.
A por el desquite internacional
Tanto se ha aplaudido la temporada actual del Ajax y no es por nada. Líderes de la Eredivise y finalista de la copa nacional -torneos por decidir ante el PSV-, los ‘ajacied’ se encuentran en un momento dulce. El fútbol desplegado y altos rendimientos individuales justifican su éxito. En especial en Europa, donde han tenido mayor visibilidad. Eso sí, lo sucedido en Da Luz trajeron secuelas para nada positivas, exponiendo debilidades posicionales y de concentración cuando el balón y el ritmo de juego no van de su lado. Las sufridas victorias contra el Waalwijk y el Cambuur (ambos 3-2) refrendan aquellas flaquezas en los de Ámsterdam. Si embargo, igual saben de su potencial. «Queremos pasar de ronda. Si mejoramos algunos puntos porcentuales, seguro venceremos», declaró Ten Hag.
La ambición y convicción del neerlandés fue tan clara en la previa como del sentido de competitividad de su oponente. Y es que a pesar de ser sometido y no dar atisbos de meterse en el choque, el Benfica impuso su orgullo para tener chances de pasar de ronda. Es lo único que le queda al fin y al cabo. A 12 puntos del Porto, líder de la Liga NOS, y con todos los trofeos coperos perdidos, las esperanzas están puestas en Europa. Ha sido una desconocida la máxima competición continental este último lustro para los capitalinos, mas ahora sí parece el momento propicio. El esfuerzo es innegociable. «Tenemos que ser rigurosos y competentes. Concedimos dos goles, pero fuimos sólidos durante buena parte», dijo Veríssimo.
Fortín sin garantías
Bajo esa premisa, el novicio entrenador prepara a sus pupilos, que tienen sobre sí una larga sombra que alarga al club contra su contrincante. En las últimas tres veces que Ajax y Benfica se vieron las cara en rondas K.O, los lisboetas nunca han pasado de ronda. Es más, sus últimos dos encuentros en la liguilla de la Liga de Campeones 18-19 beneficiaron a los holandeses (1-0 y 1-1). Historial memorable, pero que es bienvenido por parte de Veríssimo. Con las únicas bajas de Lucas Veríssimo, Seferovic y Pinho, su equipo cuenta con todo el arsenal preparado. Lo mismo podría decir el equipo de Ten Hag. La baja de Klaiber es la única de un jugador de campo, ya que Pasveer y Stekelenburg están lesionados. Será el turno así de un Onana que debe evitar una enésima debacle en una ‘final’.
Y es que los ‘Godenzonen’ han vivido la peor cara del balompié cuando tocan definirse cosas importantes en casa desde que volvió a la élite. Lo ocurrido ante el Tottenham (2-3, semifinales de la 18-19), Valencia (0-1, fase de grupos de la 19-20) y Atalanta (0-1, liguilla de la 20-21) invita a pesar de que el Benfica por fin se las puede cobrar todas ante su rival. El único triunfo de las ‘águilas’ (1-3) en la ida de los cuartos de la Copa de Europa 1968-69 ya pierde color en la cinta. La obsesión que tienen por crear un nuevo gran recuerdo choca, sin más, con los sueños del campeón neerlandés. Un Ajax que apelará a la fuerza de su gente para inspirarse en dar otro ‘masterclass’. Colocar su nombre en el sorteo del viernes está en juego ni más ni modo. Sorpresa solo puede haber una.
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