El Atlético de Madrid viajaba al Teatro de los Sueños, donde iba a ahogar los del United entre una defensa poblada de piernas, y un cortocircuitó a su rival.
El inicio del partido siguió el guión esperado al pie de la letra. El United llevó la iniciativa jaleado por su afición y comandado por un Cristiano que se mostró muy participativo, alejándose de la zona de remata y cayendo a banda izquierda en un recuerdo casi “vintage”.
Por su ubicación parte, el Atlético asumió su rol de esperar atrás sus ocasiones, y estas llegarían. Eso si, antes se salvarían con toda la suerte del mundo, cuando un disparo a bocajarro de Elanga fue sacado por Oblak con la cabeza.
Tras esto le tocaría responder al Atleti, que lo haría por mediación de un disparo de De Paul que palmearía a córner De Gea después de que este se envenenaría al tocar en un defensor.
A medida que se acercaba el ecuador de la primera mitad el Atlético trató de crecerse mediante la tenencia de la pelota, que aunque no se tradujo en ocasiones, si que permitió frenar el empuje inicial de los diablos rojos.
Y es que no fueron ocasiones en plural, pero si que tuvieron una. No necesitarían más. La jugada nacería de una pérdida de Elanga, y con un Atlético muy pragmático que llevó con calidad el balón hasta Joao, que aguantase la llegada de Griezmann, servirle de tacón, y que este centrase al segundo palo, donde Lodi cabeceó ante un De Gea que poco pudo hacer.
Los rojiblancos silenciaron Old Trafford al instante, y a sus jugadores les sedó durante lo que restaba de primera mitad y buena parte de la segunda, en la que lograron que no sucediera nada.
Tanto fue así que las ocasiones brillaron por su ausencia, y a Rangnick le obligaron a introducir 3 cambios de golpe, Pogba, Rashford y Matic para tratar de lavarle la cara a un equipo que estaba, como poco, dormido.
Por si fuera poco, Cavani entraría a los pocos minutos por Fred, echando toda la carne en el asador. Justo tras su entrada el United gozó de una de las pocas las ocasiones reseñables. Antes, Elanga rozaba el palo en un remate cruzado, y Sancho haría lo propio con el larguero en una volea tras el centro de Dalot.
Pero donde más se acercó hasta ese minuto 75 fue en una jugada a balón parado, en la que Varane cabeceó bien, pero mejor colocado estaba Oblak. El rebote le cayó a Cristiano para intentar una chilena, aunque estaba demasiado escorado.
Los de Manchester no lograban hilar jugadas que terminaran en la portería rival, y no lograron inquietar ni un mínimo la portería defendida por Jan Oblak.