Un Almería con ganas de apretar al Eibar, que pinchaba en El Toralín, quería ir alejándose de puestos de playoffs. Por el otro lado, el Tenerife con ambición de enganchar una buena dinámica para meterle presión a los de arriba. El encuentro empezó con un ritmo muy acelerado y una gran presión alta del Tenerife. La UD llegaba al encuentro con problemas defensivos que durante el encuentro eran evidentes. En cambio, el equipo de Ramis se asentó cómodo y seguro con las ideas muy claras.
El partido con un guion muy ofensivo por parte de andaluces y tinerfeños comenzó con ocasiones muy claras para los dos equipos. Desde los banquillos la tensión era evidente porque la zona alta de la clasificación así lo requería. Ninguno quería perder el orden aunque los primeros minutos, la pelota la dominaba el conjunto local y las pérdidas de Tenerife y Almería eran abundantes.
De los pies de Portillo en el 15′ botaba un balón con nieve al área de Juan Soriano, el que no se entendía con Carlos Ruiz y dejaba el rebote en la bota izquierda de Akieme que a portería vacía la mandaba fuera. La réplica a los dos minutos la ponía Gallego que mandaba al travesaño el esférico tras un buen centro de Mellot. A pesar del buen inicio de partido por ambas partes, el Tenerife bajaba la intensidad en la presión en bloque alto. Además, los jugadores de Rubi recuperaban bastante la posesión afrontando la primera media hora de partido.
En el 35′ un pase filtrado de Umar en diagonal para Pozo la finalizaba con la pierna menos hábil el lateral andaluz que entre la mano de Soriano y un milagroso despeje a córner de Moore salvaban la primera ocasión de mucho peligro del equipo visitante. El partido iba cogiendo una temperatura muy caliente y con bastantes faltas. De vuelta, un centro medido de Moore que lograba cabecear con violencia Mario, lo borraba de la escuadra un imperial Fernando sacando una mano cambiada.
La segunda mitad empezaba con la intensidad con la que había acabado la primera. En el 52′ Bermejo tras una jugada individual perfilaba un golpeo a tres dedos con veneno que el cancerbero almeriense envío a córner. En el 58′ el colegiado castellanoleonés pitaba un penalti polémico por un blocaje de Aitor Sanz sobre Sadiq que acarreaba tarjeta amarilla sobre el defensa tinerfeño. Anteriormente, había una posible falta a favor del Tenerife en el inicio de la jugada que Pérez Pallas desde el VAR no quiso entrar. El penalti lo transformó el belga Ramazani que engañando a Juan Soriano lo envío al fondo de la red.
Los primeros cambios de Ramis no llegaron hasta pasados los 70 minutos en busca de una reacción de los suyos. Esa reacción llegó en dos ocasiones clarísimas pero se topaban con el muro almeriense con dos intervenciones milagrosas. La entrada de Aitor Buñuel y la sensacional forma de Babic y Fernando consiguió apagar las luces ofensivas de un Tenerife que quería, pero no podía. Los cuatro cambios de Rubi en los 6 minutos de descuento descafeinaban los ataques tinerfeños y daban los tres puntos al Almería.