En pleno subidón anímico y futbolístico, el Leipzig retoma la UEFA Europa League con ganas de hacer historia. Aunque teniendo en cuenta que su contrincante es la Atalanta, obtener buen rédito en el primer round de cuartos de final será una quimera. Los italianos, si bien no pasan su mejor momento, tienen ante sí la posibilidad de cambiar el curso de su temporada. Así funciona esto del balompié.
Espuma que sube y que baja
Después de comenzar un inicio de curso deprimente, el Leipzig comienza a exprimir todo su potencial. Tedesco enderezó una nave que no tenía rumbo con Marsch. Casi cinco meses después de su llegada, el italiano tiene a los germanos cuartos en la Bundesliga, en semis de la DFB Pokal y en cuartos de final de la antigua Copa UEFA. Si bien accedieron directo a esta fase sin enfrentar al Spartak Moscú (sancionado por la invasión de Rusia a Ucrania), eso no quita su altísimo nivel. 12 partidos ganados de 19, 47 goles anotados y promediando casi 2.5 goles por encuentro: han vuelto a ser los ‘toros rojos’. No obstante, ante el siguiente desafío, un poco de prudencia tampoco viene mal. «Tenemos que esperar los momentos adecuados. No podemos perder la paciencia», apuntó Tedesco.
Ni la goleada endosada (1-4) al Borussia Dortmund alza a unos teutones que chocarán contra un enemigo que ya sabe dejar en el camino a rivales de su tipo. A base de desatarse en todo su esplendor, primero, y luego realizar un ejercicio de supervivencia, después, la Atalanta dejó atrás al Bayer Leverkusen (4-2 global) para seguir encantando en Europa. Una realidad ajena a la que vive en la Serie A, donde paga caro el precio del calendario y las lesiones. La reciente caída (1-3) contra el Napoli la dejó en un posición complicada de jugar la Champions League el próximo año, por lo que ir escalando en la segunda competición continental alivia la decepción. Eso sí, siempre con perfil bajo. «No sentimos la presión de ganar. Si superamos esta ronda, la semifinal sería un logro», aseguró Gasperini.
Un primer cara a cara electrizante
Asume el veterano entrenador italiano que nada tendrá que ver esta serie respecto a la que disputó frente en octavos. Como en su caso: otro oponente similar en cuanto a la idea; distinto en cuanto a las forma. Intrépido, incesante y a la vez ordenado este Leipzig que busca superar esta misma ronda de la que el Olympique Marsella les acabó eliminando (3-5 global) en la 2017-18. Bastante cambiado respecto a aquella primera aventura en Europa, los del este de Alemania están en un momento idóneo para seguir rompiendo moldes. Lastima que no podrán contar con Poulsen como hombre de cambio. Peor quizás deba estar la Atalanta, que no contará ni con Ilicic ni Tolói. Aunque ya ha recuperado efectivos, la falta de puesta a punto de la mayoría le sigue afectando.
Sin embargo, eso no es impedimento para ver un encuentro de tú a tú si ambos elencos se dejan llevar. No quiere arriesgarse a ello el equipo de la Red Bull, que no enfrenta a una escuadra transalpina desde los dieciseisavos de final de la Europa League 17-18 (victoria por goles de visita frente al Napoli: 3-3 global). Muy consciente del peligro de unos bergamascos que cuando toman ritmo de vendaval tienen el gol entre ceja y ceja. Quizás no esté la Atalanta para esfuerzos máximos antes de tiempo, pero sea poniendo un bloque delante de su arco o encimando al contrario, nunca hay pierde con la ‘Dea’. La invitación está servida. Habrá un choque relampagueante en Europa.
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