El Real Valladolid y el Málaga se han dejado dos puntos en su partido en un sábado de pasión que comenzó siendo viernes de dolores, en el inicio de una Semana Santa que ha arrancado con la particular penitencia del Pucela quien regaló a los andaluces, se vio 2-0, y en cuatro minutos igualó en un duelo dominado con claridad pero en el que la falta de acierto en el remate y las concesiones en defensa hipotecaron el triunfo.
No pudo empezar peor este choque correspondiente a la jornada 35 en LaLiga SmartBank. De un pelotazo a la espalda de la defensa el equipo local sacó oro ya que Febas se quedó solo en el medio campo, arrancó la galopada hacia la meta de Masip y cedió en el área a su compañero Brandon para que rematase a placer. Era el minuto 5, demasiado pronto para que el revés condicionase el encuentro, y por eso los vallisoletanos continuaron con su plan, monopolizaron el balón, y comenzaron a generar ocasiones.
Durante el primer acto el Real Valladolid fue protagonista, actor de reparto, e incluso apuntador. Todo el partido pasaba por sus botas ante un Málaga reducido que sufría para achicar el peligro. Con la ayuda de San Ciriaco, Santa Ana, y todo el santoral empujando a favor de los andaluces costaba creer que los castellanos no lograsen el empate. Dani en el minuto 7 sacó una mano magnífica en una clara de Weissman en el área, Aguado la tuvo en el 13′ y la maraña de piernas defensoras enviaron a córner, de nuevo el delantero israelí pudo marcar en el 21′, en el 25′ y también en el 29′, esta última la más clara al rematar un centro de Roque Mesa que repelió el meta. Hasta de córner olímpico lo intentó el Pucela, pero el lanzamiento de Monchu tocó en el poste y Kiko Olivas no logró hacer bueno el rechace. Iván Sánchez, Nacho y de nuevo Monchu dispararon antes del descanso, sin fortuna.
Fallo, y a remar contracorriente
Un partido que por ocasión bien podía ir muy a favor de los visitantes se tornó aún más doloroso a los cuatro minutos del segundo acto, cuando un lío entre portero y centrales fuera del área acabó con el balón en los pies de Vadillo que desde lejos pero a puerta vacía no falló.
Ese 2-0 sí hizo daño y tardó el Real Valladolid en reponerse. Después del esfuerzo del primer acto, ir dos por debajo era demasiado castigo para el partido desarrollado. Eso sí, qué manera de resucitar la del equipo blanquivioleta que en apenas cuatro minutos logró igualar el encuentro.
En el minuto 59 la estrategia sumó el primer gol pucelano en un saque de esquina botado por Monchu al corazón del área donde apareció con fuerza Weissman para de cabeza recortar. Y en el 63′ Plata desbordó en banda, pisó área y sirvió atrás para la llegada del ‘9’, que la mandó al fondo de la red con rabia para igualar.
No se conformaron los vallisoletanos con el punto. En el ADN de este equipo va el ir a tumba abierta a por la victoria, sin especular, y en esa línea continuó el Pucela. De hecho, Sergio León, en uno de sus primeros balones, pudo marcar de cabeza pero Dani apareció para desbaratar la opción. Sin embargo con el paso de los minutos los contratiempos en forma de cambios por lesión -de Weissman y Monchu- y faltas en contra (21 hicieron los locales) los visitantes no lograban llegar con claridad y el Málaga quiso aprovechar el momento. De esta forma, los últimos minutos se jugaron en torno al área blanquivioleta, que aguantó el empuje.
Con 65 puntos ahora el Pucela espera al lunes para saber en qué posición acabará la jornada. Por su parte el Málaga aumenta su renta con el descenso en un punto.