El Málaga quería sellar la permanencia ante un Burgos que buscará hacer un buen papel ante un estadio con gran entrada. El equipo blanquiazul tiene la oportunidad de cerrar la permanencia a falta de una jornada más para el final de Liga (en Lugo el domingo que viene) si gana al Burgos. Los andaluces asumieron la primera posesión de balón del encuentro. La grada apretaba desde el principio y ese empuje hizo a los boquerones tener la primera del partido. Vadillo se quedó solo ante el portero del Burgos, pero se le hizo de noche y un defensa rival se cruzó justo cuando iba a intentar el disparo. Le cayó el rebote, pero ya pudo encontrar su opción para rematar a puerta.
Poco después, Chavarría batió la portería de Caro, pero el auxiliar acabó levantando. El VAR confirmó la decisión. Marcó tras regatear al portero, pero fue anulado por posición antirreglamentaria. Todo por cuestión de centímetros. Había ansiedad por ganar y eso se traducía en cierto nerviosismo en los jugadores blanquiazules. Los marcadores comenzaban a moverse en la jornada unificada y las derrotas de Amorebieta y Sanse, daban tranquilidad a los malacitanos.
Los minutos pasaban sin ocasiones de peligro en La Rosaleda. Un replegado Burgos obligaba a los locales a pensar cómo dar el último y final pase de gol. No llegaba pese al intento continuo. Más allá de las dos ocasiones erradas, poco más pasó en el césped de La Rosaleda en la primera media hora de juego. En el tramo final del primer tiempo llegaría el gol para tristeza de los 25.389 espectadores en el feudo boquerón. Marcó el Burgos. Se adelantaba con una jugada de estrategia mal defendida por el Málaga. Miguel Rubio metió la pierna para aprovecharse de un balón suelto en el área pequeña. Fallo inadmisible de los blanquiazules.
Al descanso llegaba el Málaga perdiendo pero las derrotas de Amorebieta y Sanse también al final de la primera parte, daban un respiro.
Ya en el segundo tiempo, primero salvó el segundo del Burgos la defensa malaguista, córner botado por Saúl Berjón rematado por Elgezabal. Después, a punto el conjunto local de anotarse en propia puerta. Contragolpe conducido por Saúl Berjón que cortó la defensa despejando muy cerca del poste. Mal inicio de la segunda parte de los de Guede. Pasaban los minutos y el Málaga no reaccionaba ni ponía en aprietos al rival. Sin ideas ni argumentos.
En el tramo final de partido, achuchaba el equipo local con más corazón que cabeza. Sin ideas claras. El Burgos estaba relativamente cómodo. Tuvo el empata el Málaga en el último suspiro. No se movió el marcador en La Rosaleda. Las derrotas del Amorebieta y del Sanse salvaban a un Málaga que hizo un mal partido y dejó que el Burgos se llevase los tres puntos ante un campo lleno.