Entrando ya en la vorágine de la última semana de campaña en las elecciones del Athletic Club, las posturas entre los tres candidatos que llegan a las mismas se empiezan a recrudecer. Cada candidato saca todo lo que tiene. Bien sea su entrenador, fichajes y promesas varias para poder acceder a la silla presidencial de Ibaigane durante cuatro años. Y en la candidatura de Iñaki Arechabaleta, que viene con un Marcelo Bielsa como entrenador que afrontaría su segunda etapa en Bilbao, también prometen el ir al mercado.
Entre otras cosas porque el técnico argentino así lo demanda para ciertas posiciones. El Athletic tiene dinero y le tocará gastarlo. Uno de los nombres que vuelve a primera línea es el de Jon Moncayola. El centrocampista navarro de Osasuna, renovado por diez campañas, hasta 2031. El jugador tiene, bajo su nuevo contrato, una cláusula de rescisión de 22 millones de euros hasta el 30 de junio de 2023, bajando a los 20 millones los restantes. La cifra no es ni mucho menos prohibitiva para el Athletic, pero quizá las dificultades sean otras.
Concretamente la de convencer al jugador. Moncayola renovó hace ahora poco más de un año y lo hizo comprometiéndose con el club de su vida. El Athletic Club tendrá que convencer y seducir al jugador para que acepte llegar al Athletic y eso no se logra solo con dinero, aunque el club tendrá capacidad de firmarle un auténtico contrato millonario si quiere.