España arrasó a Macedonia del Norte con una superioridad física en la pugna por los rebotes brutal y con una intensidad y lectura defensiva para enseñar a los pequeños. Sebas Sáiz fue el faro rozando el doble-doble con 19 puntos y nueve rebotes.
El primer cuarto iba a ser todo lo opuesto a lo que iba a ser el segundo. El partido comenzó en barrena, con muchas pérdidas y muchos errores en los lanzamientos, como demostraban los dos puntos en dos minutos y medio desde el arranque. Hasta que emergió la figura de Sebas Sáiz (sólo falló un tiro al descanso), que se echaba el equipo a la espalda.
Sólo Bojan Krstevski y Teodor Simic, logrando sumar desde el triple, conseguían aguantar a Macedonia del Norte en el partido con situaciones de pick&pop. Con el cambio de pívots y la entrada de Yankuba Sima se equilibró la balanza y se acabó llevando el gato al agua España con el 19-17 al final del primer cuarto.
Le estaba faltando mucho ritmo a la Selección española, de igual manera que a Macedonia parecía sobrarle. Una tendencia que cambió con la entrada a partido de Jaime Fernández y Darío Brizuela, que, con su electricidad, llevaron al equipo de Sergio Scariolo a coger la primera ventaja en el 33-21 con Santi Yusta como protagonista con dos triples consecutivos.
Luego, la mejora defensiva impulsada por jugadores como Alberto Díaz y Sebas Sáiz consiguió deshinchar a la Selección macedonia, que sólo conseguía sumar seis puntos en el segundo cuarto y colocaban un +20 en el 45-23 con los jugadores enfilando el túnel de vestuarios del Pabellón Príncipe Felipe.
El apagón de Macedonia del Norte era general. La diferencia de puntos de banquillo, de los puntos en la pintura y de los rebotes era abismal a favor de España. Y aunque el ritmo volvió a caer en picado, con la Selección macedonia mordiendo más en defensa y negando al equipo de Scariolo, la defensa de la Selección española seguía siendo de libro.
Aunque esa anotación de España cayó en picada, la simple inercia defensiva sirvió para que la renta se dejase en el +30, por mucho que pareciese que podría haber un pequeño arreón de Macedonia del Norte. 62-31 entrando en los últimos diez minutos.
Los último diez minutos no dieron para mucho más. Andrej Jakimovski se soltó la melena y aprovechó la relajación defensiva de España para sacar lucro a sus estadísticas individuales, mientras que España seguía bombardeando en ataque, con Jonathan Barreiro como protagonista. Sólo una reacción de carácter de Damjan Robev evitaba que la Selección española estirase la ventaja hasta los 40 puntos. Igualmente, el final en el Príncipe Felipe llegaría con el definitivo 80-44 y con la Selección española clasificada para la siguiente ronda.