LaLiga Santander no da tregua y tan solo en la segunda jornada nos ha ofrecido un auténtico clásico de la competición. Athletic Club y Valencia CF vuelven a verse las caras una temporada más. Esta vez en una nueva etapa de Ernesto Valverde y el debut de Gennaro Gattuso respectivamente.
Intercambio de golpes
Del mismo modo que el fútbol no da descanso, en el minuto 3 ya se dio la primera gran ocasión del partido. Hugo Guillamon sufría en la salida de balón y sumaba una pérdida para que los locales dejasen solo a Álex Berenguer en boca de gol. Sin embargo, en frente se alzó el muro georgiano, Giorgi Mamardashvili que detuvo el esférico.
Ambos equipos presionaban mucho la primera línea de juego de sus rivales y los rojiblancos apretaban más en el inicio animados por su público. Dos minutos después del primer aviso, los de Valverde conseguían el primer saque de esquina a favor. Pero las malas noticias para los valencianistas llegaban con la lesión de Hugo Duro. El delantero intentaba salvar un balón tocando hacía atrás y sufriría un dolor en su tobillo que no le dejaría seguir en el partido.
Sería el turno de Maxi Gómez y el uruguayo participaría en la reacción che. Los blanquinegros saldrían en transición desde su banda derecha y entre Carlos Soler, Samuel Lino y Maxi dejarían a Samu Castillejo en el punto de penalti pero el extremo la mandaría muy alto por la presión de la defensa. El partido estaba siendo muy vistoso en ambas partes del campo pero faltaba la paciencia definitiva para la finalización.
Berenguer no falla a la segunda
Con el paso de los minutos el esfuerzo físico fue siendo más exigente. La televisión ofrecía el dato del porcentaje de posesión: 38%-62%. No obstante, el fútbol va de goles y el único en conseguir el ansiado premio sería el Athletic. Soler perdería un nuevo balón en la zona de tres cuartos rojiblanca (mucho trabajo tiene Gattuso) y esta vez Berenguer no perdonaría en su partido número 100. Sobre la línea del área escorado en la banda izquierda mandaría un potente disparo bajo que Mamardashvili tocaría pero el poste enviaría a la red. Musah pudo hacer más en la defensa.
El Nuevo San Mamés explotaba de alegría y poco después la efusividad pudo ser doble pero en esta ocasión el gol de Iñaki Williams no subiría en el marcador por fuera de juego. Los visitantes estaban aturdidos en la lona sintiendo el golpe. Los jugadores se marchaban a los vestuarios con el estado anímico diferencia por polos opuestos.
El Valencia se queda sin energía
Tras el paso por el túnel de vestuarios la dinámica siguió sin alterarse. La sensación era que el Athletic necesitaba muy poco para aportar más peligro que el Valencia. De hecho los visitantes aún estaban recuperándose del gol de Berenguer. A pesar de jugar con criterio, los che no disponen de dinamita ni sus cuchillos ofensivos están mínimamente afilados.
Los locales esperaban una contra para finiquitar un partido que en la segunda parte nunca peligró para sus intereses. Iker Muniain celebraba plácidamente sus 500 partidos aunque acabó viendo la tarjeta amarilla por una dura entrada sobre Castillejo.
Por su parte, a los visitantes les faltaba garra e intensidad y daban la impresión de estar hundidos anímicamente. Lino ya no aparecía tirando diagonales hacia dentro y Maxi Gómez sencillamente hace temporadas que no se ubica ni aporta positivamente a su equipo. Los de Gattuso podrían estar atacando 19 días y 500 noches que no lograría poner nervioso a Unai Simón.
La tuvo Marcos André
Quien sí se alterarían serían los aficionados che. Un centro del mayor de los Williams era rematado en el área pequeña por Nico Williams ante la pasividad de Dimitri Foulquier. Sin embargo, el gol sería anulado por fuera de juego. Los blanquinegros estaban knockeados en el cuadrilátero haciendo mucho tiempo que pedían la hora. Como muestra de la falta de gol valencianista se queda la ocasión sobre la bocina de Marcos André que después de hacerla todo bien el palo rechazó su disparo.
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