En apenas unas horas ya volverá a rodar el balón en la segunda campaña en su historia de Segunda RFEF. En el grupo 1 son varios partidos los que se adelantan al sábado incluido el Burgos Promesas-Marino que será un duelo inédito en la historia de ambos. No será la primera visita luanquina a la capital burgalesa, pues ya jugó en varias ocasiones con el primer equipo blanquinegro, pero sí lo será para medirse a su filial. Los de Manel Menéndez, que comienza un proyecto en Miramar en busca de seguir manteniendo al Marino en la categoría, visitarán Castañares por primera vez.
En frente un equipo burgalés que se estrenó el curso pasado en la categoría y en un grupo muy parejo como fue el II lograron una sólida permanencia; casi sin sufrir. Ahora, de nuevo dirigidos por Carlos Aguilera y con una plantilla que tiene 17 caras nuevas respecto al curso pasado, deberán volver a buscar esa permanencia. Un equipo remozado, pero más joven y con esperanzas dentro del seno blanquinegro de que pueda ser de más proyección. Julián Calero ha contado en pretemporada y en las primeras fechas de Segunda con varios de ellos, dando un nivel más que aceptable.
Pero si hablamos de plantillas renovadas, la del Marino también tiene muchas caras nuevas. No tantas como el filial burgalés, pero Manel Menéndez ha visto como ha sufrido ocho bajas, algunas claves como la de Luis Morán. El artífice de la última permanencia no estará, tampoco César Suárez, un hombre clave para Manel. Pero en su lugar han llegado nueve, la última, horas antes del cierre del mercado en la figura de Óscar Fernández, que el año pasado militó en el Racing Rioja. Para este estreno liguero la única baja será la del atacante Diego Díaz, quien es el único inquilino conocido de la enfermería.
Algún problema más tendrá Carlos Aguilera en el equipo local. A los lesionados Loic Badiashile y Sergio Esteban, que no estarán para el duelo, el técnico estará pendiente de que Julián Calero siga contando con algunos de sus hombres para el primer equipo. Uno de los casos más conocidos, el de López-Pinto, quien está teniendo minutos en Segunda los últimos partidos. Dado que el filial juega antes que el primer equipo, es probable que sume alguna ausencia más.
El encuentro lo dirigirá todo un clásico de estas categorías que llamamos comúnmente «del barro». El guipuzcoano Rezola Etxeberría que suma ya, con la que arranca ahora, nueve temporadas de experiencia. Sabe lo que es dirigir a ambos conjuntos. Cinco veces a los asturianos con dos victorias, dos empates y una derrota y una a los burgaleses, con un empate.