El Borussia Dortmund cuentan con ansías las horas para volver a escuchar el himno de la UEFA Champions League. Y es que luego de realizar una participación decepcionante, los ‘negriamarillos’ anhelan resarcirse a lo grande. Para ello, tienen como prioridad batir a un Copenhague que, a priori, pinta a ser el eslabón más débil de un súper potente grupo G. No hay opción a tropiezo alguno.
A lavarse la cara
Tal y como sucedió la temporada anterior, el Dortmund tendrá el honor de dar inicio a la liguilla del certamen de clubes más grande del mundo. En esta ocasión, esperan que su periplo continental no concluya a las primeras de cambio. Aunque el fracaso en Europa solo fue uno más que acumuló el entonces conjunto de Rose. Ahora, con Terzic devuelta y una serie de refuerzos estimulantes y necesarios, el subcampeón transmite sensaciones más que positivas. No del todo, mas la mejoría es clara. El liderazgo en la Bundesliga -compartido junto al Friburgo (12 puntos)- va de la mano de un desenvolvimiento claro en su idea y jugadores con rendimientos altos (Bellingham, Reus o Schlotterbeck). Algo estimulante para volver a honrar su escudo en el máximo torneo continental.
«Si nos basamos en el desempeño de los últimos partido, tenemos una gran oportunidad de ganar el juego», aseveró Terzic en rueda de prensa previa al choque. No obstante, el germano es consciente de la dificultad de jugar en la Liga de Campeones: todos los clasificados son de temer. Eso incluye al bravo Copenhague. Si bien podrá ser la ‘cenicienta’, los ‘leones’ intentarán ser un escollo ante aquellos titanes que tiene como adversarios. Regresando a la élite seis años después tras vencer al Trabzonspor en los play-offs (global 2-1), el campeón danés cuenta con harta experiencia en Europa como para hacerlo (pisó los cuartos de la Europa League 19-20 y los octavos de la Conference League 21-22). «Queremos jugar en Europa después de Año Nuevo», aseguró sin tapujos Thorup.
Historial estrecho, pero ventajoso
Lejos de verlo como una típica oportunidad para que sus pupilos experimenten el mejor fútbol del planeta, el veterano entrenador transpira optimismo. Un impulso necesario ahora que deben visitar el Signal Iduna Park, fuerte de un Dortmund que se encuentra invicto en 13 de 17 partidos. Ello sin contar que ahora el ‘Muro amarillo’ se reforzará el doble gracias al permiso de la UEFA de admitir aficionados a pie en las gradas. Las ausencias de Grabara, Boilesen y Bardghji casi ni resultan severas ante el infierno que les tocará vivir a los escandinavos. Pero, asimismo, contar con su hinchada casi completa servirá al ‘BVB’ para asimilar las ausencias seguras de Haller, Morey, Dahoud, Bynoe-Gittens, Malen y Adeyemi.
Bajas que solo enfatizan el hecho de que el subcampeón alemán tendrá que esforzarse desde ya antes de enfrentar a Manchester City y Sevilla. Ya sin el jugador que más mística tiene con la Copa de Europa hoy en día y que regaló varias noches estelares en sus filas (Haaland), los ‘borussers’ afrontan un camino exigente y rocoso. Para su pesar, los antecedentes, no solo contra el Copenhague (2 victorias: 1-0 y 0-1 en la tercera ronda de la Copa de la UEFA2000-01), sino ante rivales daneses (un triunfo y un empate ante el Brondby), les favorecen. Eso siempre hace valer su peso. En definitiva, un mal presagio para unos ‘vikingos’ que tienen ambiciosas intensiones. Sin embargo, no para un Dortmund que sabe que seguramente abrirá el telón a lo grande. Es la Champions, a fin de cuentas.
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