Sorprende por la dinámica de la temporada pasada, pero el Cholo ha parecido reconvertir al Atlético en otro equipo volviendo a su clásico 4-4-2 y siendo un equipo intenso en la presión de la salida del rival. Así comenzaría su partido ante un Rayo de Iraola que vería como, en el segundo minuto de partido, Morata tendría una gran ocasión gracias al error de su zaga en salida.
A raíz del paso de los minutos serían los de Simeone se harían con el dominio absoluto de la posesión del balón y, gracias a esa intensidad, Griezmann encontraría en banda un balón que brindó a un Morata que no fallaría en su cita con el gol.
La segunda parte sería bastante distinta y los vallecanos sabrían, a través de los cambios, hacerse con el dominio del partido y dejar en evidencia que el Atlético sufre bajones de intensidad tras dar gran sensaciones, como las ofrecidas en San Mamés. Camello, canterano y jugador cedido por el Atlético al Rayo, hizo diabluras constantemente con un José María Giménez que puso todo de su parte para que el Rayo igualara el encuentro. Muy señalado el central uruguayo que, para rematar su faena, cometió penalti en el minuto 90 por una mano clamorosa y que no dudaría el ex-colchonero Falcao en transformarlo tirando fuerte por el medio. Imposible para Grbic, el cual se venció a su lado izquierdo.
No consiguen entablar los colchoneros una serie de resultados y sensaciones positivas con las que poder seguir pensando que aspirar a títulos es posible. La delicada situación en Champions parecía haber desaparecido de la mente de los colchoneros tras el partido en San Mamés, pero este partido vuelve a sembrar las dudas que está siendo norma (y no excepción) en esta temporada.
El empate deja al Atlético con 20 puntos, a 5 del Madrid, estando los de Ancelotti con un partido menos (el que disputará mañana en Elche). Los de Iraola, por su parte, se quedan en tierra de nadie estando a 6 de Europa y a 5 del descenso.