Decepción. Es el resumen del paso de Bélgica en el Mundial de Catar. La selección dirigida por Roberto Martínez llegó a la cita mundialista como una de las favoritas debido a la gran generación de futbolistas y al último tercer puesto en Rusia 2018.
Cuatro años después, la historia no ha sido tan exitosa. Después de superar a Canadá por la mínima y tras ser derrotados contra Marruecos, los «diablos» han dicho adiós a la Copa del Mundo a las primeras de cambio tras empatar a cero frente a Croacia con un once en el que no estaban ni Eden Hazard ni Romelu Lukaku.
Los de Roberto Martínez necesitaban el triunfo sí o sí. El empate les servía a los croatas, que pasaron finalmente junto a Marruecos. El partido comenzó con mucha intensidad, los de Dalic tuvieron la primera con un disparo de Perisic que rechazó Courtois.
En los primeros 15 minutos, llegó la jugada más polémica del partido tras una caída dentro del área belga por parte de Kramaric, en el que Anthony Taylor pitó penalti, pero justo cuando Modric lo iba a lanzar, recibió un aviso desde el VAR y acabó anulando la pena máxima por un fuera de juego anterior a la falta.
Tras el descanso, ambas selecciones tuvieron ocasiones. Sin embargo, un recién entrado Lukaku metió varias veces el miedo en el cuerpo a los balcánicos. El punta del Inter fue el más destacado en el conjunto belga y las tuvo a pares. Los minutos pasaron y los croatas se metieron atrás buscando defender el empate que les clasificaba.
En el tiempo añadido, el delantero interista tuvo la más clara bajo palos. Tras un centro de Thorgan Hazard, el delantero remató con el abdomen en lugar de con el pie y se la dio cómodamente a Livakovic. Tras ello, Gvardiol se hizo gigante dentro de su área para despejar la última ocasión y meter a Croacia a los Octavos de Final. Por su parte, Bélgica confirmó ser una de las decepciones del Mundial en las que seguramente sea la última Copa del Mundo de esta maravillosa generación de futbolistas.