Francia tendrá la oportunidad de revalidar título ante Argentina, el aspirante. La semifinal contra Marruecos presumía ser dura y así fue. El tempranero gol de Theo Hernández dio tranquilidad a los franceses, pero la escuadra dirigida por Walid Regragui ha sido la revelación mundialista por algo y plantó cara hasta el final, llevando la dirección del partido en gran parte de él e intentándolo cuando todo lo tenía perdido. El 18 de diciembre, Francia-Argentina.
Theo puso el primero
El encuentro comenzó con largas posesiones del equipo marroquí, pero rápidamente Francia puso tierra de por medio en el electrónico: buena jugada de Griezmann, balón para Mbappé y después de una serie de carambolas el balón le cayó a Theo Hernández que con un complicado remate clavó el balón en el fondo de las mallas de Bono. Marruecos no se arrugó y tiró hacia arriba con la intención de igualar la contienda. Sin embargo, Giroud metió el miedo en el cuerpo de la escuadra africana reventando el balón en el palo tras un error defensivo. El encuentro se igualó en fuerzas, siendo las ocasiones más livianas hasta que El Yamiq se sacó de la chistera una chilena en el último minuto de la primera mitad, pero la madera y los dedos de Lloris evitaron un remate que pudo ser uno de los goles del campeonato. Con Marruecos combativa y sin miedo acabó la primera mitad de la segunda semifinal.
Kolo Muani cerró el encuentro
Marruecos comenzó el segundo acto valiente, tomando la manija del partido, sabiendo que un error a sus espaldas podía ser definitivo. El encuentro no tomaba un rumbo fijo y ambos equipos decidieron cambiar piezas, con la intención de buscar un objetivo diametralmente opuesto. Uno de esos cambios fue la entrada de Muani que le bastó tocar un balón para dejar más que vista para sentencia la eliminatoria: genialidad de Mbappe driblando adversarios dentro del área y el delantero francés empujó el balón para finiquitar el encuentro.