Real Betis y Athletic Club protagonizaron un partido muy parejo en el que ambos tuvieron su momento, pero a la postre el reparto de puntos, fue lo mas justo tras lo visto en el terreno de juego. Ninguno de los dos equipos acusaron el parón mundialista, ofreciendo un bonito espectáculo donde tan solo faltaron los goles.
Había ganas de futbol de Primera
El duelo comenzó eléctrico, con mucho ritmo y verticalidad. Las ganas de futbol se hicieron notar desde el pitido inicial, en los jugadores y aficionados. Las disputas por el esférico eran una constante. En cuanto se robaba se buscaba sin miramientos la portería contraria. En ese contexto Luiz Henrique tras una aplaudida recuperación, encontró vía libre por el centro hacia las inmediaciones de Unai Simón, pero su disparo desde la frontal de área, fue atajado por el guardameta internacional sin demasiados apuros.
Los de Ernesto Valverde no eludían el combate, bien posicionados en el terreno de juego, obligaban a los béticos a correr en todas las direcciones. Al igual que la intensidad superaba a la precisión, las defensas por el momento se imponían a los atacantes. Con el paso de los minutos el partido perdió chispa, se vieron acciones mas elaboradas, pero la capacidad de sorpresa era mínima.
Mediante el dominio del esférico, el Athletic comenzó a someter a un Betis que se encomendaba a coger algún contrataque esporádico. No había ocasiones claras, pero los bilbaínos daban mayor sensación de peligro. El derroche de un hipermotivado Luiz Henrique y los duelos entre Nico Williams y Alex Moreno fueron lo mas vistoso de un primer tiempo que apenas ofreció treguas.
El Real Betis dio un paso adelante
Tras tiempo de descanso, los verdiblancos comenzaron mejor. Cambiaron las tornas y el conjunto local ganaba la partida en la medular, inclinando el campo a su favor. Se vieron acercamientos peligrosos entre los que destacó la clarividencia de Fekir. En una de ellas el virtuoso futbolista francés, se asoció con Henrique que remató de forma forzada obligando a intervenir a Simón.
El toma y daca era una constante. Los entrenadores buscaban en sus banquillos revulsivos que desequilibrasen la balanza. Manuel Pellegrini fue el primero en mover ficha introduciendo a William José en el terreno de juego. Valverde no tardó en reaccionar y metió a Muniain a la pelea y poco después se unieron Raúl García y Berenguer.
Los cambios le sentaron mejor al Athletic, que tras los apuros sufridos en el comienzo del segundo tiempo, se rehízo y volvía a mandar en el encuentro. La pulsaciones estaban por las nubes y más si cabe cuando Juanmi y Joaquin ingresaron en el terreno de juego. La parroquia verdiblanca se volcaba con su equipo, para llevarles en volandas hacia al área contraria. Pero los leones se mostraron muy seguros y solidarios y apenas concedieron opciones.
Con todo, en tiempo de descuento los sevillanos tuvieron una gran oportunidad en una acción a balón parado. William José lanzó con precisión pero Unai Simón le tapó el camino del gol. A partir de ahí se jugó poco mas. El duelo se empañó con la expulsión de Luiz Felipe tras una entrada muy brusca sobre Muniain y tras alargar un minuto, Hernández Hernández decidió que ya no había tiempo para más.
Imágenes: @AthleticClub