Al Athletic le faltó el gol. Hizo todos los merecimientos para llevarse la victoria en el derbi ante el CA Osasuna, al que sometió con el balón durante todo el partido, pero el trabajo defensivo de los de Jagoba Arrasate encontró recompensa con el punto. Los leones se presentarán séptimos, a un punto de Europa, en el Reale Arena.
La noche comenzó con una emoción indescriptible por el homenaje a Txetxu Rojo. Transformado el minuto de silencio en uno interminable de aplausos en honor al mito como él había deseado, los cuatro hijos del genial zurdo, acompañados del mito Iribar, vivieron con emoción el acto a pie de hierba. Siete ex presidentes en el palco acompañando al actual, Jon Uriarte. El Athletic en familia, preciosa estampa.
Se vio desde el principio que los de Valverde iban a tomar el mando. Penetraron con facilidad por su banda derecha. Por ahí amenazó Sancet y remató Guruzeta fuera. Pronto, el ex guardameta de Lezama Aitor Fernández volvió a demostrar su nivel para abortar una internada de De Marcos y, sobre todo, un gran volea de Guruzeta, en la parada del partido.
Los intentaban Zarraga, Nico… No había manera. Llegó la segunda mitad y Sancet tuvo una clara opción en una indecisión defensiva rojilla. El Athletic estaba imperial en defensa y no concedía acción alguna. Hubo un gol anulado a Guruzeta y Muniain, ya en el campo para igualar a Joseba Etxeberria como tercer león en partidos, le puso la pelota del derbi a Nico Williams. Pero no encontró portería. Iñaki, segundos después, trató de hacer una vaselina con todo a favor. Sólo faltaba que Osasuna llegase una vez y se llevara los tres puntos. No sucedió porque en el 89’, Simón demostró que no estaba de espectador y se arrojó como un felino a los pies de Manu Sánchez. Empate sin goles: gran tono defensivo y de presión, y cierta dificultad para traducir el dominio en ocasiones claras.