Sábado a las 16:15 horas para uno de los partidos que se presumen más atractivos de la jornada. Dos conjuntos como CD Leganés y Real Sporting de Gijón que no están dando, ni mucho menos, el nivel y rendimiento en cuanto a resultados que se esperaba de ellos. En cualquier modo, ambos llegan a este duelo en un momento que se puede decir bueno y en el que se denota cierto crecimiento en ambos. Partido para que, quien caiga, especialmente si se trata de los gijoneses, diga casi de forma definitiva adiós a esas posibilidades de jugar la promoción de ascenso.
Porque los rojiblancos marchan a nueve puntos y la sensación entre su parroquia es de año perdido y de transición; una palabra que no gusta a nadie decir. El mercado de invierno, que para el club se considera bueno, es todo lo contrario en su afición. Ésta piensa en un final de campaña sin sobresaltos y un proyecto más ambicioso para el curso que viene. Pero mirar al año que viene es algo que en el Leganés ni se plantean. Están los de Imanol Idiákez a seis puntos del play-off y necesitan ganar a los asturianos para recortar distancia. Todo lo que no sea ganar será poner un clavo más en un ataúd de este año.
¿Último tren a no perder la promoción de vista?
Miguel Ángel Ramírez afrontará en Butarque el primer partido de su etapa a domicilio. No le faltará el apoyo de la ‘Mareona’ que estará cerca de los 1.000 integrantes desplazados a tierras madrileñas. Todo para mantener la dinámica de sumar, ya que no ha perdido en liga desde su llegada en un campo que al Sporting se le ha dado bien históricamente, con 3 victorias en 6 visitas y una sola derrota. Situado a 9 puntos de la promoción, alcanzar esos puestos parece irreal como su propia afición piensa. Pero en el club quieren mantener ese objetivo de mirar hacia arriba.
El Sporting no podrá contar con los lesionados de larga duración Nacho Méndez y Axel Bamba. Tampoco con Christian Rivera. Recupera a un hombre llamado a ser clave como Cote, pero que dado el buen nivel mostrado por Diego Sánchez en su ausencia, empezará, salvo sorpresa, el encuentro en el banquillo. Tras la marcha del equipo de Gragera, traspasado al Espanyol, y la llegada de José Marsá, se esperan novedades importantes en el once rojiblanco respecto al que empató frente al Málaga.
En el bando pepinero el cuadro se afronta como un partido vital. No una final, pero con tintes de ella. Tras dos partidos en los que ha empatado frente a dos rivales de enjundia como Levante y Eibar, los pepineros quieren y necesitan volver a la senda del triunfo si quieren mantenerse en esa pelea por la promoción que se les ha ido a seis puntos. Con 35, solo piensan en alcanzar los 38, cifra que consideran muy buena a estas alturas de campaña. Para ello apelan a mantener la fortaleza en casa que les hace estar invictos desde hace cuatro meses.
Idiákez no se fía de «la sensación de mala temporada que está haciendo el Sporting». De hecho se muestra cauto y alerta, ya que no sabe que equipo y que propuesta se van a encontrar tras el relevo en el banquillo a mediados de enero y en el que será su primer encuentro a domicilio desde entonces. Para este partido, el técnico vasco no cuenta con los lesionados conocidos Omeruo y Cissé. Recupera tras cumplir sanción a Undabarrena y Miramón, que tienen posibilidades serias de volver al once titular.
Un árbitro con el que ambos están invictos
El designado para dirigir el encuentro será el colegiado del colegio murciano de 32 años, Rafael Sánchez López. Cumple su tercera campaña en la categoría, donde ha ido pasando de ser un colegiado envuelto en polémicas a pasar cada vez más desapercibido. Al Leganés le ha dirigido en seis ocasiones, estando invicto; pues ha logrado 4 victorias y 2 empates. Condición de imbatido que también tiene el Sporting con Sánchez López. Le ha dirigido en 4 ocasiones, logrando 3 triunfos y un empate.