Mientras el Girona, jornada tras jornada tiene más cerca la permanencia, el Valencia dirigido por Meriton cada vez está más cerca del descenso. El conjunto de Míchel fue claramente superior al de Voro y se llevó una victoria por la mínima, que podría haber sido más abultada si no hubiera sido por las intervenciones de Mamardashvili. Borja García marcó el gol que decantaría el encuentro pero también hay que destacar a Rodrigo Riquelme por el control y la asistencia, sin duda alguna una de las revelaciones de la temporada.
El Valencia jugó replegado
El guion del partido era claro, el Valencia ahora mismo no parece capacitado para realizar una salida de balón combinativa y es un equipo menos valiente que a principio de temporada, ahora prefiere esperar atrás replegado y esperar a una transición defensa-ataque. El problema del equipo «Che» es que defensivamente no es un equipo sólido y en la primera parte, Mamardashvili mantuvo a su equipo con cinco paradas de mucho mérito.
El Valencia tuvo alguna ocasión a la contra pero los de Voro no estuvieron inspirados a la hora de definir, Musah no consiguió poner el 0-1 en un mano a mano que pudiera haber cambiado el encuentro, pero apenas generaba peligro el equipo valenciano.
El Girona era superior desde el comienzo
Borja, Alex y Taty tuvieron ocasiones para adelantar al conjunto local antes del descanso, pero el portero georgiano del Valencia estuvo inconmensurable. La más clara la tuvo Castellanos antes del término de la primera mitad rematando de cabeza y la envió por encima del travesaño
Tras la primera parte, Míchel decidió «agitar la coctelera» y dio entrada a Stuani y Rodrigo Riquelme, que al minuto de entrar «Roro» recibió un pase picado de Valery Fernández en el lateral del área, controló con el hombro y puso un centro raso al área que remató Borja García a la cepa del poste.
Voro intentó buscar soluciones
Con el 1-0, el entrenador valenciano dio entrada a Marcos André y Hugo Duro pero en ningún momento se vio a un Valencia que pudiera lograr el empate.
Finalmente el Mamardashvili volvió a agigantarse ante Stuani para hacer dos paradas milagrosas y Yangel Herrera falló otra clara ocasión de gol. En definitiva un Girona que pudo golear y un Valencia sometido una vez más.