Muy activo salió el Málaga en los primeros minutos buscando la portería rival. Su primera opción fue un disparo de Genaro que atrapó Álvarez sin problemas. Hubo respuesta del Zaragoza. Muy atento Yáñez para atrapar un disparo de Vada desde dentro del área. Mucho ritmo por parte de ambos conjuntos en el arranque de partido. Precisamente para bajar ese tempo del partido los visitantes tocaban el balón buscando no desordenarse y queriendo proteger el esférico.
Se notaba que había mucho en juego. Mucha intensidad pese a que la batuta la estaba llevando el conjunto boquerón que dio un aviso. Estaba combinando el Málaga muy cerca del área rival y los avisos se sumaban. Se fue bien Villalba por dentro pero acabó despejado el balón. La amenaza área se cernía sobre un Zaragoza que no lograba despejar el peligro de su campo. Insistían los locales forzando saques de esquina.
No conseguían los maños retener el esférico en campo rival. Mucha presión del Málaga a la salida de balón rival. En el 25′, ocasión clara para el Málaga tras una pérdida de Nieto, que después perdió la marca de Junior. Después de un comienzo efervescente, el encuentro entró en una fase de menor intensidad, por ambas partes. No obstante, ni Málaga ni Real Zaragoza estaban acomodados, los dos trataban de que apareciese su momento.
Un momento que pudo tener el conjunto visitante cuando volvió a escaparse Bebé por la izquierda, cedió atrás y Bermejo la lanzó a las nubes. Se encaraba el tramo final del prime tiempo con un Málaga al que le costaba encontrar el último tercio de campo, y un rival con un Bebé insistente. No se movería el marcador al descanso pero el Real Zaragoza pudo irse con el 1-0 sin ninguna duda con las ocasiones que tuvo en el último suspiro. Primero salvó Ramalho. Era gol cantado del Zaragoza. Cómo aprovechó Giuliano el error del Málaga. Se marchó el delantero argentino del portero con un leve toque pero acabó cortando el balón a pocos centímetros de la linea el jugador malacitano. Después, primero fue Bebé el que disparó, se la sacó Yánez. Le cayó el balón a Vada y se fue arriba.
Ambos equipos buscaban efecto con los cambios. El Zaragoza trataba de encontrar el empate, mientras que el Málaga quería seguir aventajado en el encuentro. Y eso fue lo que pasó, que el conjunto local aumentó su renta. Lago Junior recogió un balón en la frontal y lanzó un zapatazo pegado a la cepa del poste. Le pegó con la rosca necesaria para que acariciara el palo derecho y acabara besando la red. Se le complicaba mucho el partido al Zaragoza.
Se encaraba el tramo final del partido cuando Rubén Castro sentenciaba. El delantero recibió de Gallar y definió a las mil maravillas, picando el balón sobre Cristian. Se le estaba haciendo largo el partido al conjunto aragonés. Bien ordenado el Málaga en los compases finales para evitar sustos. Victoria que sabe a gloria en La Rosaleda y que complica la vida al Real Zaragoza.