Una primera parte muy mala de un conjunto sevillista que volvió a demostrar la cruz de la moneda en esta temporada devolvió a los sevillistas una sensación de frustración. Al descanso, el Osasuna podría haber tenido una renta mucho más alta.
Pudo reponerse pero la ventaja se le hacía muy cuesta arriba ante un Osasuna que planteó muy bien el partido y que fue capaz de sostener una renta que se le puso de cara. Una plantilla que poco tiene que ofrecer esta temporada dejando muchas críticas a nivel de gestión volvió a demostrar sus carencias.
Fernando, un jugador que le estaba dando mucha movilidad al equipo y en situaciones defensivas se estaba sosteniendo muy bien fue sustituido. Las estaba ganando todas por lo alto y un gol aéreo sentenció un partido que podría haberse evitado.
Muy poca actitud, sin ideas ni intensidad y con muy poco juego ofensivo, defensivamente flojo eran los argumentos sevillistas para sostener un partido que cada vez que pasaban los minutos en el marcador se le iba poniendo más complicado.
Lo positivo, que el Sevilla supo reaccionar y con un resultado poco merecido de los navarros en la primera parte pudo todavía rascar algo en casa. Aunque no fue así, ya que Fernando en propia puerta desbarató cualquier intento de remontada tras el gol de Gudelj.
El Osasuna por su parte, con hasta siete futbolistas no habituales y de filial por las cuantiosas bajas que se les presentaban a los navarros antes de la visita al Pizjuán, peleó un triunfó que abrió a los 18 minutos un desgarrador David García.
Aitor Fernández también le dio alas al conjunto de Pamplona, sacándole un mano a mano a En-Nesiry que podría haber significado la remontada pero que gracias al portero rojillo no lo fue.
A raíz de ese momento el partido estaba muy equilibrado y vinieron momentos de tensión en ambas áreas. Sampaoli decidió hacer cambios que tras el partido han sido muy criticados ya que acabaría significando un castigo letal del Osasuna que lo aprovechó a la perfección.
Alex Telles llega tarde al salto con Nianzou lo que le permite a Abde aprovechar la ocasión para desesperar las posibilidades sevillistas en el 84´.
Un Sevilla que queda muy tocado tras un encuentro en el que no mereció nada, la tuvo aun así, la pudo aprovechar pero no consiguió rascar nada en su feudo, dejando muy descontenta a gran parte de la afición.