Duelo decisivo el que se vivirá en Riazor en la tarde del domingo. Se enfrentan un Deportivo y un Castilla por unos tres puntos que pueden ser decisivos al final del campeonato y, por lo pronto, seguir acechando a un Alcorcón que recibe también a un rival directo como es el Racing de Ferrol.
El factor Riazor.
El Depor es un equipo que se siente infinitamente más cómodo jugando en su casa junto a su afición. No encajan gol en su feudo desde que la Cultural y Deportiva Leonesa les anotara dos goles para arañar un empate en noviembre del 2022. Desde entonces cuentan sus porterías a cero. Además, se colgó el no hay billetes, por lo que se espera posiblemente la mejor entrada del año para un partido de vital importancia.
El Castilla, goleador
Si algo amenaza precisamente el buen hacer defensivo de los gallegos, es el potencial ofensivo del Real Madrid Castilla. Con 41 goles en 26 encuentros, son el equipo más goleador del campeonato, anotando 23 de ellos a domicilio.
La baja de Quiles
Para este encuentro, el Deportivo no podrá contar con su máximo goleador, Alberto Quiles por acumulación de amonestaciones. Su lugar en el campo puede ser sustituido por un Mario Soriano que se desplazaría a la banda derecha, dejando el carril zurdo a Kike Saverio que volvería a la titularidad tras su buen papel en la goleada ante el Badajoz. Otra opción sería desplazar a Lucas Pérez a la banda derecha, ocupando en esta ocasión Arturo la punta de lanza.
La bisoñez del Castilla
El Castilla se trata de un equipo tan talentoso como joven. Cuenta con jugadores como Sergio Arribas, que con 11 goles sin ser delantero centro, tendrá con total seguridad ofertas de la máxima categoría para el curso que viene. Además, un joven Álvaro Rodríguez ya fue reclutado por Carlo Ancelotti para el primer equipo casi de forma definitiva. Tanto talento como falta de experiencia.
En los últimos encuentros, consiguió 10 puntos de los últimos 24, encajando además dos derrotas en los últimos minutos ante San Fernando y Rayo Majadahonda. Además tanto el Ceuta como el Pontevedra arañaron sendos empates en la última jugada del partido cuando el Castilla contaba ya con la victoria.