Últimas oportunidades en el Anxo Carro. Los gallegos se escudan en la épica para creer en la salvación. Ahora sí que sí, cada partido es más que una final. Los partidos en casa deben dar ese punto extra para alcanzar las victorias. Perder ante el Racing, significaría certificar el descalabro. Por su parte, el conjunto cántabro afrontaba este duelo consciente de que una victoria es un paso de gigante de cara a la permanencia.
El Racing de Santander, con un gol de córner en el minuto 98, asestó este domingo al Lugo un golpe (1-1) que puede ser definitivo en la lucha por la salvación, en la que los cántabros están también inmersos con cinco puntos de margen sobre la Ponferradina.
Los lucenses se veían con la primera victoria de 2023, pero en la orilla encajaron el gol de su undécimo partido seguido sin ganar, un traspié que corta el hilo de esperanza al que se aferraba para lograr la permanencia, que siguen teniendo a 12 puntos a falta de 10 partidos.
El Racing salió mejor, dominó y a punto estuvo de adelantarse a los siete minutos con un disparo de Mboula centrado, a las manos de Whalley.
El balón se le envenenó al cuadro cántabro. Un disparo lejano de Juerguen golpeó en Gui Guedes, salió rebotado hacia el campo de los santanderinos, Rubén Alves falló y Avilés le robó la cartera y penalizó a los visitantes con un disparo potente que superó a Parera.
El gol no cambió el planteamiento de los montañeses, que tuvieron la opción de restablecer las tablas a los 26 minutos. Mboula le ganó el duelo a Alberto Rodríguez, pero volvió a disparar centrado.
El Lugo selló su área y buscó la verticalidad y el balón parado. Una falta lateral de Clavería a los 52 minutos la peinó Loureiro y acabó en córner por centímetros.
José Alberto, que revitalizó al Racing desde que asumió el cargo, refrescó el equipo con la entrada de Pombo, Unai Medina y Sekou Gassama a la hora de partido.
El senegalés cabeceó al fondo de la red un centro desde la banda derecha, pero el árbitro lo anuló por falta a Bruno Pirri (m.69), quien se lesionó la rodilla poco después y tuvo que abandonar el césped en camilla.
El Lugo pudo poner el broche al partido a falta de seis minutos, cuando Gui Guedes recibió la asistencia del hispano-boliviano Cuéllar pero disparó flojo y los gallegos encajaron el gol del empate en el minuto 98, en un saque de esquina que cabeceó Germán y que dejó helado el Anxo Carro.