El FC Barcelona volvió a sumar en casa tras el partido frente al Real Madrid que se disputó en el Estadio Johan Cruyff a las 18:15 horas. El plato fuerte de la Jornada 23, que batió el récord de asistencia en el templo blaugrana, con un total de 5569 espectadores, terminó con una nueva victoria para el Barsa. Que ha conseguido ganar todos y cada uno de los clásicos que se han disputado, un total de 11, tras el partido de hoy. Con estos 3 puntos el equipo de Jonathan Giraldez, prácticamente, sentencia la primera posición en la tabla, en su carrera de fondo por la octava liga. Mientras que el Real Madrid encadena la tercera semana sin testar la victoria y se posiciona a tan solo 3 puntos del Levante UD. Que se encuentra en tercera posición y mañana se verá las caras frente a la Real Sociedad.
Ningún equipo consigue adelantarse
El Real Madrid saltó al terreno de juego ofensivo e intenso. Las visitantes adelantaban líneas de manera progresiva, pero pausada, manteniendo las líneas del centro del campo muy atentas para replegarse. En cambio, el equipo blaugrana tardó algo más de tiempo en meterse en el partido, puesto que su estrategia pareció esperar a su rival antes de mostrarse sobre el verde.
Pasado el minuto 20 de partido el FC Barcelona era el dueño del balón. La posesión y la presión vestían de azulgrana, pero las blancas supieron mantener a raya a las locales. Gracias a la técnica del fuera de juego, que disgustó a Geyse Ferreira, y la templanza de Ivana Andrés y Kathellen Sousa en defensa que, a pesar de volver hoy al dibujo de Alberto Toril tras varias jornadas fuera por lesión, pareció no haber perdido la frescura ni el la importancia dentro del equipo.
Caicedo y Weir componen el ataque blanco
La primera mitad estuvo definida por un estilo de idas y venidas en el que el Real Madrid fue ganando minutos con el balón en los pies. La figura de Linda Caicedo en el ataque madridista apareció como un vendabal ante Lucy Bronze y Marta Torrejón por la banda izquierda, que junto a Caroline Weir lideraron a las merengues en los últimos minutos de la primera parte. A pesar de que no se inauguró el marcador.
Rolfö salva el encuentro desde el punto de penalti
El clima en el Johan Cruyff fue cargándose de tensión con el paso del crono. Ambos equipos trataron de poner contra las cuerdas a su rival, pero ninguno consiguió desmarcarse en los primeros minutos. La presión de Geyse Ferreira en su labor ofensiva le costó la tarjeta en los primeros suspiros del segundo tiempo. Lo que la condicionó y animó a Giraldez a sentarla en el banquillo sobre el 60 de juego.
El peso del reloj se fue notando en el juego del Real Madrid, que cada vez parecía más impreciso a la hora de ceder el balón. Una situación que se incrementó debido a los movimientos del banquillo culé, que renovó la energía de las locales, que incluso realizó un triple cambio.
Sobre el 70 el FC Barcelona aumentó las revoluciones del partido. La búsqueda del gol mediante saques de esquina puso a prueba la altura y precisión de las defensas, además de a Misa Rodríguez bajo palos, que tuvo que despejar el esférico en varias ocasiones de manera consecutiva.
Rivera Olmedo señala la pena máxima
Minutos después, sobre el 76, el partido se derrumbó para el Real Madrid, cuando Athenea del Castillo, que apenas llevaba 5 minutos en el terreno de juego, derribó a Salma Paralluelo dentro de la zona de castigo. Una oportunidad de oro que Fridolina Rolfö no perdonó, abriendo la lata a falta de 15 minutos.
El último cuarto de hora estuvo definido por la incapacidad del Real Madrid para reaccionar al resultado. Aún así el conjunto de Toril, que apostó por Freja Siri y una táctica defensiva, a pesar de la desventaja, contó con alguna ocasión dentro del área en las botas de Toletti, que se topó con una Sandra Paños muy segura y desbarató las pocas acciones blancas por devolver el empate.
Twitter: @cris_hernandeez