Llegadas las últimas jornadas de la temporada se acerca la era del drama en el fútbol de Segunda RFEF. Ese lo vivirá especialmente el CD Laredo en esta jornada en la que recibe al Marino de Luanco. Los cántabros salvaron un ‘match-ball’ vital la semana pasada ganando al Rayo Cantabria a domicilio. Eso les permite seguir a cuatro puntos de la salvación, pero sin margen de error al quedar solo doce en disputa. De ahí que los 6 puntos que les quedan en casa, empezando por éstos tres, sean claves.
Reciben a un Marino que era un rival directo por este objetivo de la permanencia, pero el cuadro astur ha hecho sus deberes con tiempo. Y es que el equipo de Manel Menéndez, si bien no es matemática, ha cerrado esa salvación de forma virtual, ya que nadie en la categoría piensa que se puedan pasar apuros con los 44 puntos que suma. En cualquier caso, el cuadro marinista tiene ahora su foco puesto en intentar clasificar a la Copa del Rey; plaza que, ahora mismo, ocupa el Zamora a 3 puntos de distancia.
Para dirigir un partido con tanto en juego y en el que habrá miradas propias y ajenas, un colegiado de los más veteranos de la categoría como es el orensano José Antonio Fernández Rodríguez. Cumple, contando sus años en la extinta Segunda ‘B’, un total de ocho años en la categoría. Un árbitro que en el pasado dirigió en tres ocasiones a ambos conjuntos. Al Laredo lo hizo con una victoria, un empate y una derrota; ésta, esta misma campaña en la jornada 3 en Guijuelo. Al Marino lo hizo con una victoria y dos derrotas. Eso sí, no le dirige partido desde hace más de año y medio.
Cambios obligados en ambos equipos tras una buena jornada
Ambos equipos vienen de una jornada positiva. El Laredo, como decíamos, salvó un auténtico punto de partido para mantener aún un puñado de opciones de poder salvarse al vencer en el derbi regional al Rayo Cantabria. Por su parte, el Marino supo contener a un filial blanquivioleta en su casa, anulándolo y sumando un punto que le permite romper con la racha de mal juego y derrotas que llevaba arrastrando varias semanas. Ahora el foco gozoniego está en intentar acabar lo más arriba posible y pelear esa plaza de Copa del Rey que sería un hito para el club asturiano.
El problema para Iñaki Zurimendi es que no podrá dar continuidad al once que venció al filial del Racing. Además de la baja de Iván Argos, sancionado aún para varios partidos tras su expulsión en El Requexón, el técnico vasco no podrá contar con dos hombres importantes en la medular y el ataque como Sanmillán y Peredo. Sus recambios podrían ser Carral y Cañizo, aunque será el vasco quien tenga que tomar esa decisión.
También en el Marino tendrá que haber un cambio obligado. Uno de sus estandartes defensivos como es el central Trabanco cumplirá ciclo de amonestaciones y no podrá participar. Su recambio puede ser la entrada del capitán Guaya como central o el joven Merayo, que no ha tenido muchos minutos esta campaña, pero que ahora podría tener esa oportunidad, dado que el objetivo principal de la campaña, como era la permanencia, está virtualmente conseguido.