Dicen que a grandes males, es conveniente encontrar grandes remedios. Y lo cierto es que la temporada del Real Madrid ha comenzado como si alguna especie de fuerza cósmica estuviese cobrando al conjunto blanco un antiguo favor. Y es que en cuestión de tres días, el conjunto madridista, ha perdido a dos de sus pilares fundamentales: Thibaut Courtois y Éder Militao.
El primero en caer en la maldición del ligamento cruzado anterior fue el guardameta belga. Al mediodía del jueves, el Real Madrid anunció la peor de las noticias: Tibu sufría una rotura del ligamento maldito y tendría que ser sometido a una operación que lo mantendrá alejado de los terrenos de juego casi toda la temporada.
Y como cada acción tiene una reacción, fue prácticamente inmediato el casting de nombres que salieron a relucir como sustituto del belga: David De Gea, Bono, Mamardashvili… Pero como suele ser habitual, en La Casa Blanca se trabajó en silencio, y en cuestión de cuatro días, ya ha anunciado al recambio: Kepa.
Una cesión pensando en la vuelta de Courtois
Mucho se habló con la posible llegada de De Gea a la meta blanca de una redención por infame fax que le impidió vestir de blanco allá por 2015. Pero lo cierto es que la cesión de Kepa Arrizabalaga también evoca antiguos recuerdos, pues estuvo a punto de vestir de blanco en enero de 2018, tan solo unos meses antes de que Courtois desembarcase en el Bernabéu.
Cinco años después, el meta vasco podrá por fin defender la portería del conjunto blanco. Hoy lo ha hecho oficial el Real Madrid, pero es una operación que fue confirmada el mismo sábado por Jan-Christian Dressen, CEO del Bayern de Múnich, equipo que ya lo tenía muy avanzado por Kepa.
El meta español echó para atrás las negociaciones con el conjunto bávaro al conocer la opción de recalar en el Madrid. Una operación muy rápida, que le supone al equipo merengue un desembolso de 1 millón de euros al Chelsea por la cesión del guardameta, fechada hasta el 30 de junio de 2024.
Una opción de emergencia para la que el Madrid ha acudido el mercado, con la vista puesta de forma clara en el regreso de Thibaut Courtois, el guardián indiscutible de la meta blanca. Algo que se ejemplifica a la perfección en el hecho de que no existe opción de compra en esta operación, por lo que en el hipotético caso de que el conjunto blanco quisiera hacerse con el meta en propiedad, tendría que negociar desde 0 el precio con el conjunto blue.