No han sido años fáciles para uno de los grandes del fútbol femenino español. En los últimos años, el Atlético de Madrid ha visto como poco a poco perdía ese puesto en el top de la máxima competición doméstica, mientras uno de los equipos emergentes como el Real Madrid se asentaba en la cima y otros históricos como el Levante o la Real Sociedad se turnaban en las plazas europeas.
Las colchoneras encadenan tres temporadas consecutivas quedando cuartas en liga: con 63 puntos en la temporada 20-21, con 59 puntos en la temporada 21-22 y con 57 puntos en la campaña pasada. Un descenso notorio que ha mermado al equipo, que por momentos parecía haber perdido esa esencia de lucha y poderío que le caracterizaba y que, además, acabó con la destitución de Óscar Fernández después de dos temporadas.
Aunque la llegada de Manolo Cano fue positiva para el equipo. Mejoraron en defensa, algo que pedía a gritos el juego rojiblanco, reduciendo los goles en contra de 1´17 por partido a 0´95 y, también, manteniendo las cifras en ataque, lo que se tradujo en un balance de 9 victorias, 7 empates y 2 derrotas únicamente. Pero la guinda a la temporada fue, sin ninguna duda para la entidad, el triunfo en la Copa de la Reina, forzando la prórroga en el último minuto con un gol de Banini que ya es historia del Atlético de Madrid.
Con el técnico catalán el Atlético comenzó a recuperar su esencia: un juego intenso en lo moral y que conseguía un equilibrio casi perfecto en lo táctico, con capacidad de jugar a la contra, pero también de conservar el balón, con una filosofía clara que se adaptaba a la plantilla, consiguiendo, por encima de todo, una defensa óptima. Pero, sobre todo, el Atleti consiguió mirar a los ojos a los equipos que habían conseguido superarle y redujo ese abismo que se había producido con el paso del tiempo.
Parece que esa garra y ese juego se está manteniendo, pues la pretemporada de las colchoneras está dejando sensaciones muy buenas y resultados positivos, goleando a River Plate y ganando al Liverpool, entre otros partidos disputados.
Nuevas caras y despedidas dolorosas
Por lo general, Manolo Cano ha mantenido casi todo el bloque de jugadoras con el que se encontró al llega a la casa rojiblanca, lo que demuestra que la confianza que tiene en sus jugadoras para conseguir el objetivo de la UWCL es enorme, pero aun así el equipo ha reforzado algunas posiciones que eran necesarias. Patricia Larqué, que llega a la portería procedente del Alavés, aunque el puesto de guardameta tiene dueña con Lola Gallardo. Para reforzar el mediocampo, ha llegado Gaby desde la Real Sociedad, y para el ataque, la delantera valenciana Sheila Guijarro, que viene de cuajar una temporada sublime con el Villarreal, donde anotó 13 goles. Buenas noticias que vienen a aportar talento y trabajo al Atlético.
Pero no todo son llegadas y sonrisas, ya que se han marchado jugadoras que han sido muy importantes a lo largo de la temporada. Nombres propios como el de Bárbara Latorre, Maitane López o Andrea Staskova han decido cambiar de aires, al igual que Paula Vizoso, que ha dejado la suplencia en la portería y ha puesto rumbo al Real Betis en busca de más oportunidades.
Pero la salida más dolorosa para todo aficionado al fútbol ha sido la de Virginia Torrecilla. La mala suerte y la desdicha se cebaron con la centrocampista y la afición colchonera no ha podido disfrutar de una de las mejores jugadoras que ha dadoel fútbol español. Tras superar aquel cáncer, la vuelta de “Vir” ha sido lenta, cargada de paciencia, pero sin muchas oportunidades. Ahora intentará volver a ser lo que fue con el Villarreal, donde están deseando que empiece la competición para verla jugar semana a semana.
Las renovaciones tampoco podían faltar y jugadoras importantes como Marta Cardona, Estefanía Banini y Eva Navarro han decido ampliar su idilio con el equipo de las siete estrellas para seguir luchando por el objetivo de hacer grande de nuevo al Atlético.
Se prevé una temporada ilusionante en el Atlético de Madrid, catapultada por esa Copa de la Reina y por esas ganas de volver a al lugar que todo colchonero siente que le pertenece, el de los puestos de Champions. Las jugadoras y el cuerpo técnico tienen una deuda pendiente con su afición y su historia y cada gota de sudor habrá valido la pena si se consigue ese objetivo, pero más aún si se defiende y lleva el escudo del Atlético a lo más alto, donde ha estado siempre.
Imágenes: twitter Atlético de Madrid y Liga F
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