Ricky Rubio (1990) ha vuelto. El base de El Masnou fue presentado como nuevo jugador del Fútbol Club Barcelona tras completar un proceso vital complejo. De los problemas de salud mental que le apartaron del baloncesto justo antes del Mundial de Indonesia, Filipinas y Japón con España. Hasta trabajar para volver, firmar con el Barça y regresar, de forma oficial, con ‘La Familia’. Poco a poco, pero Ricky ha vuelto. Y en el Auditorio 1899 del Camp Nou completó una parte clave del proceso: contarlo y ser jugador de la nave blaugrana.
El ‘9’ se abrió. Contó todo. «Desarrollé un estrés crónico y tenía que regularlo. No le puse etiqueta de ansiedad o trastorno. Tenia síntomas de problemas de salud mental, pero quería entenderlo. Había un factor interno, por mi forma de pensar. Pero mi psicóloga me ayudó a trabajar en mí mismo», confesó. Explicó muchos detalles, fue el Ricky que apasiona. Agradeciendo a la FEB, los Cleveland Cavaliers y el Barça. «La federación pudo haberme obligado a jugar y no lo hizo. Me dieron ayuda y espacio, y es increíble volver», agregó.
Regresó con España. Con 11 puntos a Letonia y 4 a Bélgica, pero lo más importante, ya no resultados y estadísticas, es que estaba ahí. «Pensé que el baloncesto se había acabado. Pero trabajé y espero que ayude a las personas que lo pasan mal. He estado en la oscuridad, pero se sale de ella», continuó. Un proceso desde dejarlo todo, hasta pedir volver, entrenar y ser jugador, de nuevo. Su debut está al caer… y no hay fecha de fin. «Vivo el día a día. Intentamos controlar lo incontrolable y no sabes cuando la vida te va a llevar por otro camino. Debes vivir el día a día», confesó sobre su futuro.
Un cambio gigante, fruto del trabajo en sí mismo. «Cuando lo dejé me sentí la persona más cobarde del mundo. El jugador se había comido a la persona y no sabía muy bien quién era«, desveló. «Fue una lección de vida. Dramatizamos y no nos damos cuenta del daño que vivimos. Saco positivo que me mimo más a mi mismo», añadió a ese mensaje.
Un proceso que desemboca en el Barça. «Es un día feliz. Un sueño. Vuelve un jugador fantástico y una persona excepcional», destacó Joan Laporta, presidente culé. Toda la plana mayor del Barça estaba presente. Desde compañeros, leyendas como Audie Norris o todo el staff liderado por Josep Cubells, presidente de la sección, y Juan Carlos Navarro, director deportivo.