El inicio de competición en 1ª RFEF no ha sido todo lo bueno que esperaban muchos de los equipos filiales que compiten en esta exigente categoría. Si bien cierto que en Grupo I, varios de ellos han superado el primer día del curso con nota, en el II, la debacle ha sido generalizada. De los cuarenta equipos que compiten en la división de Bronce, diez de ellos son filiales de conjuntos pertenecientes a la Liga EA Sport. En algunos de ellos, juegan futbolistas que, a buen seguro en un futuro no muy lejano, serán ídolos de masas. Pero por ahora tiene que pagar el peaje de la juventud, de la inexperiencia y sobre todo de la tremenda competitividad existente en una categoría, donde se miden a muchos gladiadores del balompié. Guerreros curtidos en mil contiendas, contra viento, sol y lluvia, que no están dispuestos a concederles ni un solo centímetro y en ocasiones les imparten un curso avanzado de noventa minutos en el que a los bisoños futbolistas, no les queda otra que aprender a marchas forzadas, como esquivar las andanadas y acometidas propias del fulgor de la batalla.
Balance negativo
Hay que destacar que en el grupo primero, los filiales de Osasuna Promesas, Athletic Club y Real Sociedad, salieron victoriosos y Barça B y Celta Fortuna subieron un punto a su casillero. Pero la floja actuación de los cinco equipos del otro grupo, donde tan solo el Villarreal B logró sumar un punto, deja esta jornada un balance negativo de cuatro derrotas, tres empates y tres victorias para los filiales.
Ni Real Madrid Castilla, ni Atlético de Madrid B, ni Betis Deportivo ganaron y ni tan siquiera marcaron un solo tanto y el Sevilla Atlético al igual que su acérrimo rival y vecino, también cayó como local por uno gol a dos ante el Real Murcia.
Como dato, en este grupo en los cinco partidos de la primera jornada liguera los equipos “B” tan solo acertaron a marcar dos goles. Ratificando lo comentado anteriormente, este grupo por las características y potencial de los equipos que lo componen se presupone que va a ser una autentica jungla para las jóvenes promesas de algunas de las canteras más importantes y reconocidas del país.
Formación versus competición
El eterno debate de si estos equipos, están construidos única y exclusivamente para intentar formar jugadores para las primeras plantillas o si también deben de mostrarse competitivos y optar a jugar en el futbol profesional, continua vigente. Lo cierto es que a este banco le ha salido una tercera pata. Hay clubes que potencian y trabajan sus filiales con fines monetarios, desarrollando futbolistas a la carta, para luego ponerles en el mercado y generar ingresos extraordinarios.
El modelo de la liga de filiales existente en otros países, parece que de momento está descartado por la RFEF. Demanda que muchos clubes representantes de ciudades o poblaciones importantes, han solicitado para poder acceder a categorías superiores, sín que estos equipos B, les arrebaten un sitio que entienden que ellos deberían y necesitan ocupar, para crecer y lograr una viabilidad economica.
Cada año más difícil
Que esta temporada no encontremos a ningún equipo filial en las dos primeras categorías del futbol estatal, es un síntoma de que tanto en LaLiga Hypermotion, como en 1ª RFEF e incluso en la 2ª RFEF, los clubes y las estructuras cada vez están mas profesionalizadas. Hay mayores presupuestos, fichajes de relumbrón y cada vez es más habitual encontrar entrenadores de prestigio y futbolistas que han pasado gran parte de su carrera deportiva en categorías superiores.
Que el Real Madrid Castilla lleve seis temporadas intentando ascender a Segunda división, que Barça B y Atlético B ya ni se recuerde cuando jugaron en esa categoría o que los equipos que últimamente han ascienden a la Hypermotion como Villarreal B o Real Sociedad B a renglón seguido hagan el viaje de vuelta es significativo, de que cada vez lo tienen y lo van a tener más difícil. De momento analizando el comienzo de todos ellos, parece que la tónica no va a variar y la 1ª RFEF será territorio hostil para los filiales.