Hagan un ejercicio de memoria y remóntense a la semana en la que la que el Madrid y sus secuaces montaron el circo con el tema Vinicius y Mestalla, el club, en el encabezado del comunicado y en sus últimas líneas pedía respeto para su afición.
Pues bien, un año y unos meses después de aquello, los que no respetan al aficionado son ellos mismos, sí, el Valencia; porque presuntamente por una pegatina y una foto con una bandera de Lim Go Home, a un aficionado se le ha privado de libertad durante horas en una sala sin decirle porqué estaba allí. Es más como se cuenta en Superdeporte dos personas fueron a intimidarlo, le quitaron el móvil, se rieron de él y luego lo llevaron a un hotel sin pasaportes y sin móvil. Finalmente, le dejaron salir de la habitación con una libertad condicionada, con móvil pero sin pasaportes.
Toda esta reflexión venía por ese “algo” que suele pasar en esta ciudad. Cuando el chaval colgó las fotos con la bandera y poniendo la pegatina hubo quien menciono a la policía, hubo quien trato de amedrentarlo, y el día que salió la noticia de la detención hubo quien se rio o lo justificó, y, ¿sabéis por qué? Porque fastidia que toquen al amo, porque fastidia que haya gente que sea radicalmente opuesta a Lim y no se enfunde en el discurso de “ya sabemos que lim es malo pero nos han traído hasta aquí los valencianos” o, en el plano deportivo, los que utilizan: “ya sabemos que lim es malo, pero hay que exigirle a Baraja y a los chavales”.
Pensémoslo bien, si una foto y una pegatina han dolido, no saben como tiene que doler las imágenes que se hicieron internacionales del vaciado o de las protestas, seguramente el tirano de Singapur quiso encerrarnos a todos, esto es una pequeña guerra de desgaste, que poco a poco estamos consiguiendo sacar. Sí, lo estamos sacando esos aficionados a los que el club nunca respetó: quitando carteles, cartulinas, prohibiendo grabar desde las balconadas, etc.
En esta ciudad hace tiempo que el club dejó de mirar por el aficionado, el comunicado del Valencia fue escueto, y sin un título contundente como el del día del Madrid, no vaya a ser que algo le moleste al de ahí fuera. Señores del Valencia, cuando pidieron respeto para los suyos de puertas para afuera, primero deberían haber respetado de puertas para adentro.