Duelo de urgencias se queda corto para describir el partido que enfrentan Espanyol y Valencia hoy a las 21:00 h en el Stage Front Stadium, en motivo de la decimotercera jornada de Liga.
El Espanyol es el primer equipo que marca el descenso con 14 puntos. Los de Manolo González quieren volver a hacerse fuertes en casa para suplir las malas actuaciones fuera de su estadio, donde solo han conseguido un punto. El técnico catalán afronta el partido con la vuelta de hombres importantes como Omar y Jofre, pero con la baja por sanción de Pol Lozano en la medular.
Por su parte, los de Baraja visitan Barcelona como colistas de la Liga tras la derrota en Pucela, pero con el partido todavía pendiente ante el Madrid en Mestalla, también aplazado por los efectos de la DANA. El Pipo Baraja seguirá sin poder contar con Gayá, Mamardashvili, Correia y Diakhaby.
Dos equipos en descenso, atrapados en dinámicas muy negativas y con la imperante necesidad de sumar de tres. Pero sus similitudes no se quedan en el campo. Espanyol y Valencia viven historias análogas que convergen en un momento de crisis deportiva, económica e institucional, motivadas por la gestión interesada y descuidada de empresarios asiáticos. Hasta el momento, el Espanyol ha sido quien más ha acusado los problemas adyacentes de relegar el control a magnates intercontinentales con dos descensos en tres años, pero el Valencia empieza a coquetear en exceso con la parte baja de la tabla.
Como consecuencia de ello, el resultado del partido es probable que repercuta directamente en los banquillos. Los malos resultados de unos y otros han situado a sus entrenadores en la cuerda floja: Rubén Baraja vive su situación más tensa en su segunda campaña al frente del conjunto che, si bien una derrota precipitaría de forma casi segura su destitución. Según varios medios de comunicación, el precio de su despido, que rondaría los cinco millones de euros, estaría dificultando los trámites para rescindir su contrato.
Por su parte, Manolo González parece tener algo más de margen de maniobra. El foco de críticas en Barcelona se centra en Garagarza y Chen Yansheng, por no haber sido capaces de conformar una plantilla solvente en el retorno del Espanyol a primera división y por no dar síntomas de cambio. La comunión del técnico catalán con la grada sopla a favor de su continuidad, aunque la mala imagen del equipo empieza a reclamar soluciones de carácter urgente.
Para el Espanyol, volver a enfrentarse al Valencia representa un reto que trasciende más allá de lo deportivo: significa reencontrarse con el villano que le asestó la estocada final con un gol en el 91 que significaba la confirmación matemática del descenso. Además, la última visita de los valencianistas al Stage Front Stadium también se saldó con los visitantes consiguiendo el 2-2 con un error de Álvaro Fernández en el añadido.