Como se pudo comprobar en el partido de Copa del Rey disputado por el Real Madrid este miércoles, la cantera es de vital importancia cuando el equipo está en época de vacas flacas por las lesiones y cuando hay que salir al rescate como hizo Gonzalo García en Butarque. Una cantera que tiene difícil triunfar en un primer equipo sin hueco y plagado de estrellar, por lo que desde el club en muchas ocasiones se busca exportar talento y hacer negocio con el talento de La Fábrica.
El protagonista del duelo de Copa sería uno de esos casos y podría salir del Real Madrid en próximas ventanas. Según la información de Rodra y Manuel Amor, periodistas de Relevo, el Real Madrid se estaría planteando vender en julio el 50% de sus derechos a otro club. Creen que podrían pagarles un traspaso superior a los 10 millones de euros.
«Estoy súper feliz, nervioso. No sé ni qué pensar. Es el sueño desde que estoy en la cantera», confesó tras anotar un gol que salvaba al Madrid en Copa. Y es que el deseo del jugador es triunfar en el Real Madrid, pero consciente de la dificultad de llegar a ello, no descartaría salir en busca de minutos en fútbol profesional que le permitan crecer para luego regresar al Santiago Bernabéu.
Desde Relevo también plantean otra opción para que Gonzalo pueda seguir de blanco y pasaría porque el Real Madrid Castilla, que milita en Primera RFEF, ascienda a Segunda División y el jugador se curta así en el fútbol profesional en LaLiga Hypermotion. De momento, el conjunto de Raúl Blanco ha vivido una temporada irregular en la que ha ido de menos a más. Ahora mismo está a solo 3 puntos del Playoff por lo que sería una opción posible el colarse en la fase de ascenso.
El atacante madrileño de 20 años ha anotado 19 goles y ha asistido 3 veces en 21 partidos con el Castilla, llegando incluso en varios partidos a conseguir un póquer de goles. Parece tener un imán para enviar el balón al fondo de la red y en Copa lo demostró. Saltó al campo en el 82′ y en el 93′, apenas 10 minutos después, hizo muy feliz a la parroquia madridista. Fue su cuarta intervención, no necesitó más. Una jugada cocinada previamente. “Hablé con Brahim y le dije: ‘Cuando llegues a línea de fondo, ponla’. La puso perfecta y el balón ha entrado solo”.