El nuevo formato de Champions League nos ha deparado a primeras de cambio un auténtico partidazo. Un duelo de titanes que se ha dado mucho antes de lo que el amante del fútbol está acostumbrado, en un duelo de titanes entre Real Madrid y Manchester City, que pagan los platos rotos de la mala liguilla que ambos clubes han firmado a modo de castigo.
Un duelo que ya es considerado por muchos el nuevo clásico europeo, a pesar de que las circunstancias de este año son muy distintas a las de temporadas anteriores. Y la primera ronda de esta batalla encarnizada tendría lugar en el Etihad Stadium, que sería el feudo, un año más, de esta batalla en la camino por La Orejona.
El Real Madrid perdona… y el City golpea primero
El encuentro, como era de esperar, comenzó acorde a lo que estaba en juego, marcado por el gran respeto entre ambos equipos. Dos equipos que no querían arriesgar a perder ningún balón comprometido, pero tampoco ceder mucho espacio al rival. Sin embargo, una vez que las pulsaciones bajaron, fue el Real Madrid el que puso toda la carne en el asador.
Y lo hizo primero con una ocasión clara en la que Vinícius se plantó solo ante Ederson, obligando al meta brasileño a hacer penalti. Sin embargo, la jugada venia precedida de fuera de juego del propio Vini, por lo que ya estaba anulada la jugada. En la siguiente ocasión, fue el propio Vinícius el que encontró a Mbappé totalmente desmarcado, que encaró por el perfil derecho, y obligó a Ederson a firmar una clara intervención.
Pero la más clara llegó justo después. Tras una serie de sucesiones en el área del City, el balón quedó en los pies de Vinícius, que habilitó a Mendy en el área pequeña. Con Ederson vencido y con toda la portería a favor, sin embargo, el lateral francés no acertó a colarla en la portería, siendo rechazada por uno de los zagueros del conjunto local.
Siguió apretando el Real Madrid tras estas tres ocasiones claras, y no parecía dispuesto a bajar el ritmo, imponiendo una altísima presión que complicaba la salida en su propio campo a los de Guardiola. Pocos minutos después, en una nueva incursión de Vini al área, volvió e pedir penalti el brasileño, pero el colegiado no lo consideró suficiente. Habían pasado solo 15 minutos, y el encuentro ya había demostrado que era todo lo que se esperaba.
No obstante, en el fútbol, cuando perdonas, tiendes a pagarlo. Y Gvardiol encontró por el carril izquierdo una auténtica autopista, y tras un rechace de la zaga visitante, el balón cayó en los pies de Grealish en el pico del área, que sacó un centro al área que no no llegó a despejar Asencio. Y tras una combinación en el área entre el propio Gvardiol y Haaland, el delantero noruego la empujó, superado a Courtois con su pierna izquierda. Gol que, tras una larga deliberación del VAR, terminó subiendo al marcador.
Un gol que, sin embargo, no desbarató el plan de un Real Madrid que era claro dominador del partido a pesar del resultado. Y nuevamente Vinícius avisó a Ederson con un derechazo al larguero justo tras la reanudación por el gol local. Sin embargo, conforme pasaban los minutos, el conjunto local trataba de dormir el encuentro y sacudirse así del dominio blanco.
Avisó un recién salido Foden con un zurdazo que logró detener Courtois, en un momento del partido en el que, ahora sí, el City dominaba y apretaba al Madrid. Amenazaban también a balón parado los ingleses, y ahora era Akanji quien mandaba el balón al larguero tras un centro de De Bruyne. Tras varios minutos de dominio inglés, el Madrid se reactivó, y probó nuevamente con un latigazo de Valverde desde fuera del área, que despejó Ederson con la punta de los dedos.
Precisamente al filo del descanso, el Madrid volvió a toparse con su mejor versión, monopolizando de nuevo el esférico al borde del descanso. De hecho, en los cuatro minutos de prolongación, Mbappé tuvo dos clarísimas para poner las tablas en el marcador, primero tras un rechace en uno de los defensores que a punto estuvo de colarse en la meta de Ederson, y luego tras un golpeo totalmente solo desde el perfil izquierdo, que se le marchó muy por encima del larguero.
Mbappé lo iguala… Y el Madrid tira de épica para ganar el partido
El comienzo de la segunda mitad no tuvo nada que ver con el comienzo ni con el final de la primera parte. Y es que no habían transcurrido ni 30 segundos cuando Foden robó el esférico en campo rival, y encontró dentro del área a un Haaland que se fabricó sin apenas espacio una ocasión, y en solo una baldosa, soltó un derechazo que se estrelló en la cruceta de la meta defendida por Courtois.
Trató de sacudirse el susto el conjunto blanco y lo hizo subiendo la línea de presión. Un efecto que fue inmediato, y nuevamente Vinícius, tendido ahora a la izquierda, que logró sacar un centro al punto de penalti que encontró el cabezazo de Bellingham que se marchó desviado. Inmediatamente después, ahora por el otro perfil, Rodrygo encontró una vez más a Mbappé en el punto de penalti, que ahora sí la puso entre los tres palos, topándose con otra gran parada de Ederson.
Nuevamente, y tal y como ocurrió en la primera parte, el Madrid dominaba y llegaba en tromba al área del City, pero, al igual que en la primera mitad, sin acierto. Sin embargo, todo lo que faltó en la primera parte, llegó de milagro en la segunda mitad. Y en una segunda jugada tras un libre directo, Ceballos puso un balón al corazón del área, que encontró desmarcado a un Kylian Mbappé que remató con la espinilla de forma tan poco ortodoxa, que logró sorprender a Ederson, poniendo las tablas en el marcador.
Ahora, con las tablas de nuevo en el marcador, el Madrid no estaba dispuesto a detenerse ahí. Estaba destrozando al City por las bandas, y una nueva incursión de Kylian Mbappé por la izquierda terminó con un balón al área que no encontró a nadie en el punto de penalti, pero sí se topó con la llegada de un Fede Valverde en segunda línea, que soltó un derechazo que se marchó rozando el palo.
Seguía el acoso y derribo blanco que, en una noche con más puntería, podría estar muchos goles por delante. Un nuevo balón desde la banda derecha de Kylian Mbappé encontró a Bellingham solo en el área, pero una vez más, Ederson salvó al conjunto inglés con otra excepcional intervención.
El City, visto lo visto sobre el verde, parecía dar por bueno el empate, frente a un Real Madrid que amenazaba al contragolpe con hacer daño a la espalda al conjunto de Guardiola. Sin embargo, tal y como ocurrió en la primera mitad, cuando mejor estaba el Madrid, Ceballos cometió un penalti innecesario que daba al City la posibilidad de volver a ponerse por delante. Y desde los 11 metros, Haaland no perdonaba y volvía a poner al City por delante.
Ahora sí, el Madrid parecía tener todo perdido. Pero la realidad es que el conjunto blanco no se mereció perder. Y cuando ahora el City parecía tenerlo todo controlado, Ederson, que había sido el héroe del conjunto Sky Blue, cometió un error en la salida del balón, y una combinación entre Vini y Brahim terminó con un golpeo del brasileño dentro del área, y el rechace lo cazó nuevamente un Brahim que, ahora sí, volvía a poner las tablas en el marcador.
Ahora sí, cuando el partido ya parecía estar terminado, Vinícius robó un balón a Rico Lewis en su propio campo, y se plantó solo frente a un Ederson que se quedó a media salida. Y a pesar de que la vaselina de Vini no se colaba en la meta del City, Bellingham llegó para rematar a placer con el tiempo casi cumplido. Un gol que era mucho más que una victoria, la primera victoria del Madrid en territorio Citizen y un partido que le daba ventaja en la eliminatoria… La siguiente parada: el próximo miércoles en el Santiago Bernabéu.