El inicio de Fórmula 1 no ha sido la deseada por Red Bull. Max Verstappen ha mostrado su inquietud o malestar después de las primeras sesiones de entrenamientos en Australia porque el monoplaza no anda como debería ir con respecto a los rivales: McLaren y Ferrari parecen haber tomado las riendas y esto deja al equipo con licencia de las bebidas energéticas en una situación muy precaria.
Max Verstappen y sus preocupaciones sobre Red Bull
El cuatro veces campeón del mundo ha mostrado su malestar en cuanto ha podido encarar las primeras prácticas libres en Melbourne. Verstappen acabó en la quinta y séptima posición en las dos sesiones de entrenamiento del viernes, un rendimiento por debajo de lo esperado.
«La verdad es que me costaba con los cuatro neumáticos, tanto en el sector 1 como en el último. Eso significa que no estamos a la altura«, declaró el neerlandés al concluir las tandas. Max Verstappen confirmó focalizándose en la falta de problemas de equilibrio, aunque sí evidentemente el hecho de la falta de agarre que existía y que resolver esos problemas no sea precisamente una cosa fácil.
El neerlandés destacó que la falta de velocidad no lo sorprendió: «No me sorprende ni positiva ni negativamente la velocidad que estamos mostrando ahora. Sólo tenemos que asegurarnos de encontrar más ritmo, porque en este momento seguimos un poco lejos de la cabeza».
Problemas en el RB21: el reto de Red Bull
Las expectativas de Red Bull para esta temporada han disminuido notablemente. La pretemporada de Bahréin ya dejó entrever un menor rendimiento, aunque el trabajo en Australia confirmó que el de Milton Keynes no está al mismo nivel del principal adversario.
Uno de los inconvenientes principales que sufrió Verstappen en la segunda tanda de entrenamientos fue el subviraje en la primera curva, lo que afectó su rendimiento. Tras varios intentos, su mejor tiempo de 1.17.063, a partir de una serie de vueltas de calentamiento, le dejaba a seis décimas de Charles Leclerc y su comparativa con Ferrari se hacían evidentes.
Además, hay otro factor que causa inquietud es la incertidumbre respecto al origen que provocó todo el problema del RB21, a lo que Verstappen ha explicado de la siguiente manera: «el problema es que realmente no tenemos grandes problemas de equilibrio. Eso lo hace difícil de resolver«, sugiriendo de alguna manera que las soluciones tardarán en llegar.
Aun así, las circunstancias climatológicas podrían ser un elemento favorable para Red Bull para la carrera del domingo, aunque «nos falta un poco para pelear por arriba«, asumiendo que en el equipo hay que «trabajar un poco más para poner el coche en su punto» y para volver a ser competitivos.
Liam Lawson y su adaptación al nuevo Red Bull
Por su parte, el neozelandés Liam Lawson también secundó las declaraciones de Verstappen, asumiendo que el RB21 no iba a la velocidad que deseaba. «Me siento cómodo en el coche, pero demasiado lento«, afirmó el neozelandés tras utilizar el coche en los entrenamientos.
El joven piloto asumió que Red Bull tiene mucho trabajo por delante: «Obviamente, tenemos mucho trabajo por delante esta noche. De hecho, hay mucho trabajo en el que enfocarse, pero es una pena que no hayamos encontrado el resultado». Sin embargo, parece que la solución no está a la vista. «En realidad no. Creo que si lo supiéramos también sabríamos cómo solucionarlo«, concluyó.
El inicio de la temporada 2024 no es optimista en Red Bull. La formación ya tiene que encontrar soluciones rápido si no quiere tener una crisis de identidad. Por su parte, Ferrari y McLaren tienen en esta situación una buena oportunidad para hacerse con la vitola de equipo a batir.