Andreas Christensen no levanta cabeza este curso, cada vez que parece que va a reaparecer, una nueva lesión se entromete en su camino. Con una temporada prácticamente en blanco, desde el Barça se va a priorizar su salida este verano y para eso se tiene pensada una estrategia que facilite su salida.
El internacional danés concluye su contrato en junio de 2026, pero la intención de la entidad es desprenderse de él este verano, por lo que los técnicos consideran que sería importante que volviera a los terrenos de juego y confirmara que está al cien por cien y aún tiene una larga trayectoria, al máximo nivel, por delante.
El central danés empezó la temporada con mal pie al disputar únicamente la primera jornada ante el Valencia. Posteriormente causó baja en la semana de entrenamiento. La recuperación fue larga y cuando por fin volvía a estar con el grupo el jugador culé, de nuevo durante un entrenamiento, volvió a recaer.
Christensen se lesionó el sóleo de la pierna derecha en el entrenamiento previo al partido de Liga de Campeones contra el Atalanta el pasado 28 de enero. Entonces se le pronosticó una baja aproximada de tres semanas.
Una razón, la de su nueva lesión, que frenó varias opciones que tuvo el jugador de salir en el mercador de invierno. Y es que el Christensen tuvo interés de Arabia, así como de algún club europeo para salir en el mercado de invierno, pero sus problemas físicos frenaron la operación. Hace unas semanas, a principios de marzo, volvió a recaer y queda claro que este curso no gozará de minutos, lo que también podría complicar su salida en verano.
Hace unos días se comentaba que en caso e no poder tener minutos de calidad con el equipo para que alguno de los interesados en el jugador se anime a pujar por él, desde el club se plantearían una renovación por un año más.