Ansu Fati volvió a sentirse jugador este miércoles en el duelo de ida de los cuartos de final de la Champions League ante el Borussia Dortmund en Montjuic. Hansi Flick le dio entrada al canterano en el minuto 85 del encuentro, reemplazando a la joven estrella Lamine Yamal. Su ingreso al césped en el Estadi Olímpic Lluís Companys fue recibido con una pequeña ovación.
Sobre el terreno de juego no tuvo una gran influencia en el juego, tocando el balón apenas en tres ocasiones. La más destacada fue la última acción del partido cuando condujo el balón hacia el área rival desde una posición central, aunque no logró conectar un pase decisivo a un compañero que se proyectaba por banda.
Ansu Fati solo había jugado este curos 186 minutos, repartidos en ocho encuentros: cuatro de LaLiga (Alavés, Sevilla, Espanyol y Real Sociedad), tres de la Champions League (Mónaco, Young Boys y Bayern de Múnich) y uno la Copa del Rey (Barbastro). No ha marcado ningún gol ni ha dado ninguna asistencia. No participa en LaLiga desde el compromiso contra la Real Sociedad disputado el 10 de noviembre en el Reale Arena.
La vuelta a los terrenos de juego puede ser una señal. Y es que, tras rechazar múltiples ofertas en enero para salir del Barça, parece que el jugador ha asumido que lo mejor para él puede ser salir en búsqueda de los minutos que no tendrá como culé. Desde el club se quiere favorecer esta salida y no sería de extrañar que Hansi Flick de más minutos de escaparate al joven jugador para despertar interés en el mercado.
Tras el duelo, el míster Hansi Flick reconoció que: «estuvo bien que Ansu pudiera jugar. Se lo merecía». Buenas palabras, pero lo cierto es que el Barça está peleando por un triplete en el que el calendario es apretado y el canterano culé tiene muchos compañeros por delante.
Su valor se ha desplomado
Según Transfermarkt, su valor se ha desplomado y nadie pagará una cantidad elevada por un jugador que en la actualidad no lo vale. Según el portal especializado, el valor de mercado de Ansu Fati en cinco millones de euros, lo que supone un descenso de cinco ‘kilos’ respecto a la última actualización de su cotización a finales de año. De esta manera, el delantero se sitúa como el segundo futbolista con menor valor de la plantilla blaugrana y tan solo supera a Wojciech Szczęsny (1M€).
El curso 22/23 lo arrancó con un valor de mercado de 60 millones de euros y lo finalizó con 35 ‘kilos’. Fue su última gran temporada con el Barça: disputó 51 partidos y anotó diez goles. Ahora se ha desplomado totalmente al no jugar y ni siquiera ir convocado a la mayoría de partidos con el Barça.