El Barcelona y el Real Madrid se juegan este domingo uno de los Clásicos más decisivos de la historia de LaLiga. Aunque estos partidos siempre marcan la tendencia a lo largo de una temporada, pocas veces hemos vivido que este partido en el campeonato liguero puede ser decisivo directo para el decidir quién se alzará con el trofeo.
Un Barcelona golpeado
El Barcelona viene de recibir un duro golpe esta pasado martes en la Champions League tras caer eliminado ante el Inter de Milan en la semifinal, cuando parecía que ya tenía el pase a la gran final. Un golpe duro porque los blaugranas se veían con claras opciones de lograr el triplete esta temporada. Pero ahora se pueden encontrar con un problema, y de los gordos. Tras una gran temporada, y por encima de lo esperado cuando esta dio comienzo, y por mucho, ahora se ve amenazado por un Real Madrid que hay que matarle varias veces para dejarle fuera de la lucha.
Los de Hansi Flick dejarían el campeonato sentenciado si logran la victoria. La distancia con el Real Madrid sería de 7 puntos, y solo faltarían por jugarse 9. En caso de que logren el empate, tampoco parece probable que se les escapara el campeonato con tan pocos partidos por disputarse. Pero si pierde, el Real Madrid se situaría a tan solo un punto y la presión para las tres últimas jornadas de Liga serían enorme, y sobre todo porque los tres partidos que les queda a los culés son el Espanyol, Villarreal y Athletic, huesos duros para los catalanes.
Un Real Madrid que da por perdida la temporada
La mala temporada del Real Madrid, muy por debajo de lo esperado, ha creado un entorno de resignación y LaLiga ya se veía perdida hace varias semanas. Sin embargo, tal y como se han desarrollado las últimas jornadas, la esperanzas han ido en aumento. Aunque desde la casa blanca hay mucha prudencia, son conscientes de que una victoria este domingo podría devolver la lucha por el campeonato, y el Real Madrid, cuando agarra a la presa, es muy difícil que la suelte. El equipo se ha conjurado para pelear por el campeonato, por lo menos, para meter la suficiente presión para que pueda darse un giro que de momento, sigue pareciendo muy complicado.
En el Real Madrid son conscientes de que han perdido los tres partidos esta temporada ante el Barcelona, -primero el de Liga en el Santiago Bernabéu, luego la final de la Supercopa de España y la final de la Copa del Rey-, los dos primeros por goleada, pero en el tercero, estuvieron a minutos de lograr la Copa, y el Real Madrid se agarra a esas opciones para intentar dar la campanada en Barcelona.
Un Clásico decisivo
El Clásico de este domingo es uno de los Barcelona – Real Madrid, más decisivo de los últimos años. No se recuerda un enfrentamiento directo entre ambos en el campeonato doméstico que tenga tanta relevancia como este en el campeonato. Se cruza un Barcelona golpeado, contra un Real Madrid que ha salido muy herido de la temporada, pero que tiene la oportunidad de acabar de una forma inesperada. Los de Hansi Flick tendrán la presión de saber que la temporada pintaba muy bien y pueden quedarse solo con la Copa. Y en el Real Madrid tienen la presión de ser el club que son. Pensar que los blancos vienen a este partido sin nada que perder, se equivocan. El conjunto madridista está obligado a dar la cara y todo lo que no sea ganar, supondrá una nueva oleada de críticas hacia un club que no ha sabido levantar el vuelo durante todo el año.