Valverde será esta temporada el segundo capitán del Real Madrid aunque el futbolista uruguayo lleva tiempo demostrando que tiene galones y ha ejercido como jefe de filas en la última temporada blanca. Fede inicia su octava temporada de blanco, con el objetivo de liderar a un equipo está obligado a demostrar más actitud y compromiso del que mostró la pasada temporada.
Valverde, 9 años desde su llegada al Real Madrid
Federico Valverde llegó al Real Madrid en 2016, hace ya nueve años, procedente del Peñarol, con tan solo 18 años. En un primer momento se incorporó al Castilla, después jugó cedido en el Deportivo de la Coruña, para ya regresar al primer equipo en octubre de 2018. Ya desde el principio se le vio un jugador especial, incansable, luchador, con un pegada de balón espectacular que no acaba de explotar dada su timidez en el campo.
Una timidez que ha ido transformando año tras año hasta convertirse en el líder que ahora es. Y ese liderazgo y esa entrega año tras año le han llevado a convertirse en el segundo capitán del Real Madrid, por detrás de Dani Carvajal, pero con la misma importancia que la del lateral madrileño. Entre los dos forman el binomio perfecto para liderar al vestuario, uno es de la casa, lleva el madridismo en vena desde la cuna, representa los valores del club como nadie, lucha entrega y sufrimiento, y Valverde viene de fuera, pero ha sabido entender como nadie lo que supone el madridismo, lo que supone defender esta camiseta, y la exigencia que se debe demostrar partido a partido. En la dirección deportiva confían en que el carácter de ambos pueda contagie a sus compañeros en esta nueva temporada.
Valverde ya ejercía como capitán
Pero para Valverde, la capitanía supone un honor, por los servicios prestados, pero sobre todo, un reconocimiento a una labor que lleva tiempo desempeñando, especialmente en la última temporada. Que Toni Kroos le entregara la camiseta y le hiciera heredero del dorsal 8 en su último partido, era algo más que un gesto simbólico, era darle las llave del vestuario, era entregarle los poderes que solo los grandes futbolista, y más del Real Madrid, tienen derecho a portar, por sus valores fuera del campo y especialmente sobre el terreno de juego.
Nos hemos acostumbrado a ver a Valverde dejarse el alma sea cual sea el partido, y sacar fuerzas inhumanas en los minutos finales. Y este mismo esfuerzo que todos lo conocemos también le ha generado frustración, con sus compañeros, por no seguirle, por no dejarse todo en el campo, y se lo ha hecho saber.
Valverde y sus enfados en el vestuario
La pasada temporada del Real Madrid es para el olvido, y una de las cosas que vio todo el mundo que seguía los partidos de los blancos, también lo veía Valverde en el campo. Falta de actitud, falta de garra y falta de compromiso colectivo. Fueron muchas las veces que el uruguayo entró al vestuario alzando la voz, recriminado a sus compañeros la falta de actitud y la falta de esfuerzo sobre el césped. Un enfado que muchas veces tuvo efectos en los compañeros, pero otras no. Sin embargo, nunca ha dejado de comportarse como un líder, como un luchador, y no duda en arengar a sus compañeros para que den un paso más en cada uno de los partidos, no solo mostrando su descontento en el vestuario, también con su actitud dentro del terreno de juego.
Valverde estrena capitanía en el Real Madrid, pero no galones, estos se los lleva ganando temporada tras temporada. Pero eso sí, ahora será el encargado de portar el brazalete cuando Carvajal no juegue, y el uruguayo está más que comprometido con una responsabilidad tan importante.