Cómo le ha cambiado la vida a Max Verstappen desde aquel impoluto año 2023 donde ganó 19 de 22 carreras. Desde entonces, a pesar de haber ganado otro Mundial más, todo se le ha complicado. Aunque lo peor está por llegar. En concreto, el año que viene. En 2024 tuvo batalla con Lando Norris pero levantó sin despeinarse su cuarto título con 73 puntos de ventaja. Este año, sin embargo, el sufrimiento de un astro al que le cuesta aceptar aquello de no ganar, ha llegado para quedarse. Red Bull no le ha podido dar un monoplaza competitivo y el neerlandés está haciendo milagros en pista pese a estar muy lejos de la lucha por el campeonato.
Verstappen, que sigue siendo el piloto más rápido y agresivo de la parrilla, ha conseguido ‘rascar’ cuatro poles, cinco podios y dos victorias para mantenerse tercero en el Mundial. Lejos, eso sí, de Oscar Piastri y Lando Norris. El tetracampeón no soporta verse lejos de la cabeza pero su coche no da para más. Va a tener que acostumbrarse porque la historia no parece que vaya a cambiar el año que viene, el señalado año 2026 donde la Fórmula 1 sufrirá el cambio más grande de normativa jamás visto. Se le puede hacer muy largo.
Ya es de sobra conocida la importancia que tendrán los motores la temporada que viene. Los equipos que se embarcan de nuevas en este viaje de diseñar unidades de potencia lo pasarán mal sobre el asfalto. Es decir, Audi y Red Bull. La marca de las bebidas dejará de ser cliente de Honda, que pasa a motorizar a Aston Martin, para trabajar codo con codo con Ford. Red Bull Ford Powertrains tiene un papelón por delante y, según ha podido saber este medio, el pesimismo solo hace que crecer. El acuerdo es de ocho años y cubre tanto los tres años que van desde 2023 a 2025, como los ocho años de vigencia de la reglamentación que entrará en vigor pronto, hasta el 2031.
No es que vayan tarde o no estén cumpliendo con los plazos de desarrollo de cara a su estreno en Fórmula 1. Los tiempos son correctos y Christian Horner, exjefe de equipo, siempre ha transmitido tranquilidad de cara a la galería. La realidad es bien diferente: las informaciones que se manejan entre el personal involucrado en ese motor para Verstappen y en las fábricas cercanas es que tiene mala pinta. Decir que arroja dudas es quedarse corto. Su pobre rendimiento en forma, por ejemplo, de escasa fiabilidad podría comprometer las prestaciones del monoplaza y complicarle la vida al neerlandés, que hace milagros pero no arregla motores. Verse superado por pilotos que no son mejores que él le haría estallar.
2026 como último año
No es ningún secreto a voces que un fabricante que desembarca en este deporte siempre las pasa canutas y que afinar un motor lleva tiempo. Años. El motor más eficiente y fiable no se construye desde el primer día. Honda, sin ir más lejos, necesitó cinco años para ganar su primer Gran Premio con los motores actuales con Red Bull, en Austria 2019. Ford, de la mano de Red Bull, sigue rodeado de malos augurios en el paddock. Cada vez más, de hecho. Aunque restan meses hasta que los nuevos coches se pongan en pista en los test de Montmeló a final de enero, el pesimismo acerca de ese motor viene de lejos.
La prestigiosa revista italiana ‘Autosprint‘ publicó en febrero un artículo sobre Red Bull Powertrains donde subrayaban problemas con las unidades de potencia y destacaban como mayor problema la fiabilidad. Si Verstappen no disfruta de un monoplaza competitivo (que todo apunta a que no lo tendrá) su salida se precipitará. El año 2026 podría ser el último del campeón en la escudería austriaca pues no soportaría verse otra temporada más lejos de la cabeza.
Mientras examina el mercado durante el primer año de reglamento, contará sus días para marcharse de Red Bull, que puede dar gracias a que pilote para ellos el año que viene viendo las prestaciones del monoplaza y cómo su proyecto se ha ido hundiendo poco a poco desde la salida de Adrian Newey. Mercedes, que ha estado al acecho, seguirá ahí, muy pendiente de la situación de Verstappen. Toto Wolff no le pierde de vista y tocará a la puerta del campeón. Por enésima vez.