Lewis Hamilton esperaba vivir un sueño con su llegada a Ferrari, pero la realidad ha puesto a cada uno en su sitio. El veterano piloto británico está viviendo un auténtico calvario en la Scuderia, lejos de su mejor nivel, lejos del rendimiento de su compañero de equipo. Y cada vez son más las voces que lamentan la llegada del piloto inglés al equipo con más historia de la F1.
Hamilton, lejos de sus mejores resultados
La frustración se ha ido apoderando de un Hamilton a medida que han ido transcurriendo los meses en Ferrari. La apuesta del inglés respondía a una estrategia, sabía que no podría luchar por su octavo Mundial en Mercedes, al menos hasta el 2026, sabe que su tiempo se acaba y, dado su historial, quería poner la guinda vestido de rojo, vestido de Ferrari. Y parecía el mejor momento para hacerlo, porque la Scudería iba recortando la distancia que los campeones del mundo, y ya con la decisión tomadas, vio como el que iba a ser su equipo terminaba el Mundial como el coche más fuerte de la parrilla.
Se disparó la ilusión en Italia, parecía que este sería el año en que se rompería una racha que ya se alarga demasiado, la más larga de la historia de la escudería sin ganar un Mundial -de pilotos y de constructores-. La llegada del siete veces campeón del mundo hizo pensar a los tifosis que todo cambiaría, pero no nada más lejos de la realidad: Ferrari fue un desastre desde la primera carrera, y en los primeros cinco grandes premios, el equipo ya había descartado meterse en la lucha por el Mundial. Y lo más preocupante, Hamilton no era capaz de adaptarse, y sigue sin hacerlo. Al principio había la excusa del coche, porque Leclerc tampoco tenía resultados, pero el moegasco fue mejorando considerablemente, no es inglés, que se ha mostrado frustrado por sus resultados.
Hamilton, una “operación comercial”
En Italia llevan meses lamentado la llegada del inglés: nadie pudo prever que el cambio de equipo, de filosofía de trabajo, de costumbres, supondrían un problema para Hamilton. Ahora, Arturo Merzario, expiloto de la escudería, atiza al piloto inglés, afirmando que la mayoría de la escudería no le quería y que se trata de una operación comercial.
“El 90% de Ferrari no estuvo de acuerdo con la llegada de Hamilton”. “En mi opinión, la llegada de Hamilton a Maranello fue una operación comercial. Hasta donde yo sé, el 90% del equipo Ferrari no estuvo de acuerdo con esa decisión. Y luego, cuando el piloto no se siente valorado o parte integral del grupo, pierde motivación. ¿Para qué volverte loco para ganar tres o cuatro décimas si vas a terminar tercero?”
Aun confía en que Hamilton dé alegría
Merzario tiene claro que la calidad de Hamilton sigue estando ahí, y si Ferrari logra darle un monoplaza competitivo, peleará por los triunfos, pero no cree que vaya a jugársela para ser séptimo en vez de octavo.
“Aun así, esto no ha terminado. Está esperando la oportunidad adecuada. Solo va a arriesgar cuando sea necesario, no por la octava posición. También porque si quisiera irse, encontraría otro equipo. Hamilton ha demostrado su valía ya. No está en la situación de Charles, él tiene que demostrar que puede ser campeón”.
Ferrari no lograba títulos, para la pareja Sainz – Leclerc ofrecía una buena atmósfera de trabajo, con una competencia intensa, pero sana, entre dos pilotos que se respetaban y que entendían a la perfección lo que suponía correr en Ferrari. La escudería rompió eso y el resultado ha sido desastroso. Veremos cómo termina la temporada y cómo llegan al próximo año, donde la Scudería parece que no estará en la lucha por el Mundial, pero ya se verá.