Aston Martin se mantiene muy activo en la fábrica de Silverstone buscando el mejor rendimiento para el AMR25. El objetivo del equipo no es que el monoplaza para esta temporada vaya mejor para optimizar el resultado al final del año, el objetivo es que funcione para poder configurar el coche del próximo habiendo una correlación entre la pista y las máquinas de la fábrica. Cuanto mejor sean los registros de lo que resta de temporada, más acertadas serán las previsiones para el próximo curso. Y la mejora para el próximo curso puede derivar en alguna mejora para lo que resta de carreras, porque todo lo que se pueda probar en pista de cara a la próxima temporada, hay que aprovecharlo.
Rendimiento en Aston Martin
El rendimiento del AMR25 es clave en el duro trabajo que se está haciendo desde Silverstone de cara al próximo año. Como ya comentó Andy Cowell y otros miembros de Aston Martin, el monoplaza actual debe valer como banco de pruebas para el prototipo de la próxima temporada. Así que, cada elemento del monoplaza del año 2026 que se ajuste al reglamente de este curso, se implementará para conocer el impacto real en pista. Con los datos obtenidos sobre el asfalto, se debe hacer una correlación con los de el túnel de viento y simulador, y de esta forma calibrar al máximo las herramientas disponibles.
De hecho, en un primer momento, la idea del equipo era traer un solo paquete de actualizaciones para la actual temporada, el primero que se instaló en Imola allá por el mes de mayo. Sin embargo, con la llegada de Adrian Newey, la cosa cambió por completo. Hacía falta probar cosas nuevas, rendimiento, y con un par de tics del mejor ingeniero de la historia, se ha logrado que el coche funcione mejor. Y que el coche funcione mejor, sirve para motivar a quienes trabajan sin descanso para que la próxima temporada se puedan pelear por uno objetivos que son muy ambiciosos para el equipo, luchar con los mejores del campeonato. No será sencillo, pero para eso se trabaja.
Mejoras para Baku
Sin embargo, parece que la progresión del AMR25 ha llegado a su fin esta temporada o, al menos, no hay novedades previstas para este fin de semana. Parece que desde Silverstone el equipo está centrado al 100% en el coche la próxima temporada, y que pocos elementos quedan que, por reglamento, se puedan probar en lo que resta de campaña de cara al próximo año.
La única decisión que tiene que tomar el equipo en cuanto a novedades es si utiliza el alerón que montó en Monza, donde la carga aerodinámica es menor, o vuelven al alerón que usan habitualmente en las carreras. Una deicisón que no será sencilla, ya que Baku, tiene muchas curvas en el circuito, lentas y rápidas, pero dos rectas gigantescas donde los equipos con problemas en velocidad punta, como es el caso del AMR25, están condenador a sufrir. De hecho, son tan largas que, la diferencia por vuelta de tener o no tener DRS en pista puede estar entre las 8 décimas y 1,2 segundos por vuelta. Con estos datos, es obligatorio apostar por obtener la mayor velocidad posible y, no sería extraño que la estrategia de Fernando Alonso sea la de engancharse al coche de delante sin intención de adelantar, pero incluso haciéndolo, tendrá grandes dificultades para aguantar el ritmo, aunque es cierto que podrá recortar en las zonas viradas.
De momento, Aston Martin no tendrá actualizaciones para Baku y está casi descartados que vayan a probar nada nuevo de aquí a que finalice la temporada, aunque desde la escudería dejan una puerta abierta para posibles pruebas.