Es la última bala para Fernando Alonso. Al menos este año, antes del mágico año 2026 que espera con ansias el paddock de Fórmula 1. El circuito urbano de Singapur es la última oportunidad para que el asturiano y Aston Martin se den una alegría esta temporada. Restan siete pruebas y solo Brasil amaga con brindar algo más que unos míseros puntos al equipo de Silverstone. Alonso, mirando más que de reojo al año que viene, es consciente de lo que puede lograr este fin de semana.
«Necesitamos un fin de semana competitivo como lo fue Mónaco, Zandvoort o Hungría. Allí éramos quintos o sextos. Luego necesitamos que alguno de los coches top tenga un choque cuando estén delante de nosotros o que no clasifiquen por delante. Entonces estás en el podio. Es lo que pasó, no creo que los coches de la zona media estuvieran en el podio en carreras normales», ha expresado el bicampeón en su llegada al circuito de Marina Bay.
Con McLaren y Ferrari delante, se espera que Aston Martin se bata el cobre en pista por ser el tercer equipo junto a Mercedes y el Red Bull de Max Verstappen. Se estima que Alonso pelee, si la lluvia no hace acto de presencia y agita todo, por ser quinto o sexto. «El podio de Nico (Hulkenberg) fue mágico, un pilotaje increíble, pero la lluvia y el coche de seguridad fueron factores importantes. Y probablemente sucedió lo mismo en los otros casos. Estamos relajados. Cuando estamos en un fin de semana competitivo no tenemos suerte, y cuando no somos competitivos, nada se mueve por delante. Venimos de dos grandes premios difíciles en Monza y Bakú siendo los últimos, o casi los últimos en cuanto a prestaciones”, añade el español.
Insiste con su futuro
Enrico Cardile ya adelantó hace unos días que se trata de un fin de semana marcado en rojo en el calendario del equipo: «Creemos que Singapur será un circuito que se adapte bastante bien a nuestro coche, pero solamente empezaremos a ver nuestro verdadero ritmo en Marina Bay una vez que el coche salga a la pista en los entrenamientos libres». Aston Martin es séptimo en el campeonato y mira, algo lejos, la quinta posición del equipo Williams: “Está lejos ahora, pero necesitamos un par de carreras como Zandvoort o Budapest sumando puntos con los dos coches. Por méritos propios, no lo hemos hecho lo suficientemente bien como para ser quintos, sextos o incluso séptimos”.
Alonso también hizo referencia a su futuro. No ha cambiado de parecer respecto a su postura de hace unos días sobre 2026, último año en que tiene contrato firmado con Aston Martin: «No tengo una bola de cristal, esa será la respuesta hasta que tome la decisión el año que viene. Esa es mi sensación ahora, lo hablaré con Lawrence (Stroll) y el equipo para saber cuáles son sus necesidades. El equipo será lo primero y yo, lo segundo. No necesito demostrar nada, estoy contento con mi carrera. Me considero un afortunado por estar aquí tantos años y ahora es el momento de ayudar al equipo y divertirme».
El ovetense se siente motivado y con un nivel de pilotaje elevado a sus 44 años. Un caso único en la parrilla de Fórmula 1. No duda en sacar pecho de ello: «Estoy mejor que nunca. El año pasado y este, el coche no está donde vemos en la clasificación. Tenemos problemas detrás y hemos estado trabajando con debilidades que no son obvias desde fuera. Personalmente, algunas de las actuaciones de este año no eran posibles hace 20 años. Por eso estoy relajado y confiado para 2026».